El miércoles habrá sesión en Diputados para tratar proyectos cajoneados hace tiempo y uno de ellos sería la creación de un organismo que reemplazará el Registro Nacional de Armas, impulsado por la cúpula de La Cámpora.

La iniciativa fue presentada el año pasado por Eduardo “Wado” De Pedro y contó con la firma de sus pares camporistas Marcos Cleri, Anabel Fernández Sagasti, Mayra Mendoza y María Luz Alonso.

Crea la Administración Nacional de Materiales Controlados (Anmac) con las mismas funciones que el Renar, pero con “autarquía económica financiera, personería jurídica propia y capacidad de actuación en el ámbito del derecho público y privado”.

O sea, pasaría a ser “un organismo descentralizado” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, donde hoy pisa fuerte el secretario Julián Álvarez, camporista y con chances de ser intendente de Lanús desde diciembre.

Y tendrá un director ejecutivo cuyo plazo en el cargo aún habría que definir. Es el artilugio que usa el Gobierno el último año para arrastrarle al próximo Gobierno autoridades de La Cámpora.

El Renar quedó en el ojo de la tormenta desde el triple crimen de General Rodríguez. Martín Lanatta, detenido por esos homicidios, era conocido como un gestor informal de permisos de tenencia y portación de armas.

Aníbal Fernández negó haberlo conocido, aún cuando tuvo a cargo el Renar tanto como ministro de Justicia durante el Gobierno de Néstor Kirchner, como en su paso por el ministerio del Interior y la jefatura de Gabinete. Su celo con ese organismo no hizo más que alimentar sospechas.

La Cámpora ahora quiere arrebatarlo. En los fundamentos consideró necesario reemplazar el Renar porque “implica un ejercicio de soberanía en todo el territorio nacional y los materiales objetos de control son de una extrema sensibilidad para todo el conjunto de la ciudadanía”.