Adolfo Rodríguez Saá bajó al gobernador de San Luis, Claudio Poggi, de su intento de ir por la reelección, e impuso como el candidato del peronismo a su hermano Alberto, una decisión que trajo malestar al interior de su espacio y generó ilusiones en la oposición.

El senador nacional, presidente del PJ e histórico jefe político de la provincia, le comunicó el sábado pasado a Poggi que debía declinar su candidatura y encolumnarse detrás de la de Alberto. El gobernador, un delfín de los hermanos, cumplió la orden y anunció que se bajaba.

Lo curioso es que en San Luis coinciden en que Poggi cuidó bien el legado de los Rodríguez Saá y viene llevando adelante una buena gestión. De hecho, con los índices de popularidad que tiene (su imagen positiva supera el 80%), su reelección estaba asegurada.

Con el Alberto como candidato, el PJ tampoco parece correr riesgos de perder la provincia, pero sus números actuales son bastante más bajos que los de Poggi. Además, el ex gobernador genera resistencias en su sector del peronismo, que considera un retroceso su retorno.

La caída de la imagen del Alberto en la ciudadanía puntana quedó de manifiesto en que no pudo mellar la gestión de Poggi, a quien atacó sistemáticamente en la segunda mitad de su gobierno. Lo hizo a través de su delirante espacio de radio y de una columna en su diario, La República. "Alberto se ha dedicado a lijar a Poggi con cuestiones irrelevantes. La prédica no ha tenido el menor efecto en la población", indicó a LPO una fuente de San Luis.

Justamente la buena imagen pública de Poggi habría sido el motivo que llevó a Adolfo a pedirle que decline su candidatura. El mayor de los hermanos no estaría dispuesto a aceptar que su figura siga creciendo, aunque también fue objeto de la presión constante de Alberto. La relación entre los hermanos no atraviesa el mejor momento.

En este contexto, dirigentes puntanos comentaron que sectores del PJ empezaron a presionar a Poggi para que rompa con los Rodríguez Saá. Esos sectores comenzaron a convocar espontáneamente a una marcha para pedirle a Poggi que no se baje de la candidatura, lo que significaría la ruptura con su jefe político.

Incluso, se dice que ya habría existido un contacto informal, a través de amigos en común, entre Poggi y Daniel Scioli, que estaría interesado en complicarle el territorio al Adolfo, que parece encaminado a apoyar la candidatura de Sergio Massa.

Sin embargo, en el entorno del gobernador aseguran que pese a todo por ahora no piensa "sacar los pies del plato".

El PRO y la UCR se entusiasman

Quienes recibieron con alegría la noticia de la candidatura de Alberto Rodríguez Saá fueron los dirigentes del PRO y la UCR, que creen que una alianza entre ambos sectores podría complicar al peronismo, sobre todo teniendo en cuenta la buena imagen de Mauricio Macri en la provincia.

El líder del PRO es el candidato nacional con mejor imagen en San Luis, después del Adolfo, que va camino a cerrar con Massa y abandonar su postulación.

Los sondeos que manejan en ambas fuerzas indican que la sociedad ve con buenos ojos que Macri apoye al diputado radical y ex rector de la UBA, José Luis Riccardo. Además, creen que los benefician los acuerdos del PRO y la UCR en las vecinas Córdoba y Mendoza.

El último punto que consideran positivo es que el voto peronista se dividirá entre Alberto Rodríguez Saá y el intendente de la ciudad de San Luis, el ultrakirchnerista Rubén Ponce. Mucho más si Scioli logra meter una cuña con Poggi.