Tal como había hecho Mauricio Macri por la mañana, y luego Daniel Scioli en un escueto comunicado, Sergio Massa se refirió a la muerte del fiscal Alberto Nisman con “dolor por el grave hecho que requiere inexorablemente la responsabilidad y firmeza para encontrar la verdad del caso”.

Desde Tigre y en conferencia de prensa, Massa convocó a sesiones extraordinarias en el Congreso “para denunciar y terminar el memorándum con Irán, y para avanzar en la búsqueda de la verdad por el atentado de la Amia”.

El líder del Frente Renovador suspendió sus actividades del día para ocuparse del caso que sacudió a la esfera política y judicial. Calificó la muerte de Nisman como una "mancha de sangre que ha caído sobre las instituciones" y como un “punto de inflexión en la historia democrática del país”.

Además, comentó que tuvo la “decisión de hablar con líderes de otras fuerzas”, entre los que mencionó a Julio Cobos y Ernesto Sanz. Un dato nada desdeñable en el proceso electoral que viene.

En ese sentido, el diputado sostuvo que es “fundamental solicitar a todas las fuerzas políticas para trabajar sin miseria ni mesquindad política. La responsabilidad no es partidaria, todos tenemos la obligación de devolverle a la sociedad la confianza en las instituciones, y la calma social”, dijo Massa.

El tigrense convocó además a que se reúna “la bicameral de seguimiento de organismos de inteligencia”, que trabajó poco el año 2014. Se reunió unas tres veces el año pasado y tampoco se saben las resoluciones que quedan en reserva. Massa señaló que “podemos encontrar los mantos y sombras de dudas que necesitan la democracia argentina”.

Por último, propuso “la intervención de la Corte Suprema para que tome todas las medidas para garantizar la libertad de trabajo de Ariel Lijo y de la fiscalía especializada” que trabaja sobre el atentado de 1994.

Para finalizar, Massa exigió que “la Amia deje de ser una herramienta política, una cortina que aparece y desaparece. Las victimas deben encontrar una respuesta”.