Once crímenes en apenas diez días. La estremecedora cifra corresponde a la zona del Gran Rosario donde en los primeros diez días del año, luego del repliegue de Gendarmería, recrudeció la violencia en los barrios más castigados por la inseguridad.
Desde intentos de robo hasta crímenes vinculados al narcotráfico o peleas entre bandas, dejó un escalofriante promedio de más de un homicidio por día desde el comienzo del 2015.
El recrudecimiento de la violencia, como se temía, explotó luego que Sergio Berni decidiera el retiro de 1600 efectivos de Gendarmería y Prefectura. El promedio de muertes violentas amenaza con superar al de los primeros meses del 2014 hasta que en abril se llevó a cabo el maga operativo liderado por Berni y los hechos cruentos comenzaron a disminuir.
En un principio, conocida la medida del Secretario de Seguridad, desde el gobierno provincial y municipal trataron de restarle relevancia al repliegue y aseguraron que el lugar que ocupaban las fuerzas federales iba a ser reemplazadas por efectivos de la nueva Policía de Acción Táctica.
Sin embargo, tal como informó este medio, la flamante fuerza se vio envuelta en sospechas por el crimen de Jonathan Herrera, un joven de 23 años que el domingo pasado, estaba en la puerta de su casa lavando el auto y de repente se encontró en medio de un tiroteo entre la PAT y dos delincuentes.
El caso dejó expuesta la formación de los cadetes que, según sectores de la oposición, carecen de la instrucción necesaria para afrontar la difícil situación de inseguridad que reina en la provincia.
A su vez, el retiro de Gendarmería también dejó al descubierto las diferencias políticas hacia adentro del socialismo gobernante. El senador Rubén Giustiniani apuntó al ejecutivo municipal y provincial de no haber hecho los reclamos necesarios ante nación para evitar el repliegue de Gendarmería.
Los cruces por las responsabilidades
Las once víctimas fatales que dejó como saldo los primeros días de enero también tuvieron repercusión en el comienzo de la campaña electoral.
El socialista Rubén Giustiniani, histórico rival de Hermes Binner, apuntó al gobierno de Bonfatti y Fein de no haber realizado reclamos formales suficientes para evitar que las fuerzas federales abandonen el sur santafesino.
"Nos sorprende que la provincia no haya hecho ninguna presentación oficial sobre el retiro de Gendarmería de la ciudad de Rosario" espetó el socialista en clara disconformidad por el accionar de los dirigentes de su propio partido.
A su vez, al igual que sectores opositores del justicialismo y el PRO, el actual senador se refirió a la sospechada falta de formación de los nuevos efectivos de la Policía de Acción Táctica que patrulla los lugares más calientes.
"Las fuerzas provinciales aún no están plenamente capacitadas, por lo que esperamos que se revea el retiro de gendarmes” sostuvo Giustiniani en declaración a medios locales.
Las respuestas no se hicieron demorar y la intendenta Mónica Fein salió al cruce del senador: “todos somos responsables de trabajar en ese sentido” argumentó Fein en su intento por incluir a su compañero de partido en el reparto de responsabilidades.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Otra de las particularidades que dejó la primera semana del 2015 fue la escalada de violencia en la pequeña ciudad de Puerto General San Martín donde se registraron dos crímenes de dos menores y un trasfondo narco que preocupa a los vecinos.
El primer hecho ocurrió el pasado lunes con el asesinato de Roque Capustrini, un adolescente de 17 años que fue baleado en el pecho por otros jóvenes que lo conocían. Tres días después muere acribillado Lucas Toniatti de 23.
Ambos crímenes develaron un entramado relacionado a la venta de drogas. Según vecinos de la localidad vecina a la ciudad de San Lorenzo, los hechos tendrían íntima relación con la familia Zanoni, señalada de administrar la venta de drogas en la ciudad.
Según una vecina que pidió no revelar su identidad, en comunicación con Lapolítica Online, aseguró que “Pato” Zanoni y su pareja Mariela, tienen alguna relación con los crímenes.
“El Pato Zanoni y Mariela están metidos en lo que pasa en Puerto” aseguró la fuente a LPO y agregó que por estas muertes, le tiraron una bomba molotov a la vivienda de Zanoni y le prendieron fuego la casa.
La otrora tranquila ciudad de Puerto General San Martín, donde se afincaron importantes puertos cerealeros y empresas relacionadas a la petroquímica, ahora, afirman los vecinos, no descansa en paz y desde la semana pasada la pequeña localidad es “patrullada” por jóvenes en moto que, según afirman los vecinos, buscan venganza.