Mientras Sergio Urribarri deambula por el país con una candidatura presidencial pendida de un hilo, en Entre Ríos se desató una dura interna por su sucesión nada menos que ante la visita de Ignacio Carlotto, el flamante nieto recuperado de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Ignacio es músico de jazz y fue a Paraná a un ensayo previo a la presentación que hará el 29, financiada con fondos del Consejo Federal de Inversiones, que controla el ministro de Gobierno, Adan Bahl.

Como era de esperar, Bahl aprovechó la ocasión, se acercó a saludar a Carlotto y se tomó una foto. Enterado, el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Baéz, llamó a los medios locales para limitar al máximo su difusión. “No es importante, no estuvo el Gobernador”, repitió.

Semejante desinteligencia desnudó una interna cada vez más dura por la gobernación, que Urribarri por ahora mira desde lejos y ni siquiera ordena con una ley de primarias abiertas.

Además de Bahl y Baez, se anotan el intendente de Concordia, Gustavo Bordet; el de Gualeguaychú, Juan José Bahillo; y el ministro de Educación, José Eduardo Laurito.

Urribarri tiene una carta guardada que nadie sabe como jugará: su hijo Mauro, a quien mencionan como candidato en Concordia si Bodert juega por la Gobernación.

Como explicó LPO, el mandatario entrerriano, reconocido como un hábil rosquero por sus pares, no tuvo una semana fácil tras ser bajado de un plumazo del acto del PJ en Mendoza.

Un llamado desde la Casa Rosada bastó para que viajara a Buenos Aires a aplaudir un acto de Andrés “Cuervo” Larroque y Edgardo Depetri, sin siquiera firmar los convenios previstos con empresarios y su par mendocino Francisco “Paco” Pérez.

La oposición no crece

Urribarri llegó a la gobernación tras ser ministro de Gobierno de Jorge Busti. Su misión era ordenar la política, una habilidad que en Entre Ríos asegura que nunca perdió y tal vez le permita ocultar sus problemas de gestión.

Mientras deja crecer su interna para resolverla a último momento, el gobernador parece ingeniárselas para evitar que la oposición arme una propuesta sólida.

Sergio Massa sorprende en las encuestas y tiene como candidato al ex diputado Gustavo “Tavi” Zavallo, leal a Busto y en otros tiempos uno de los impulsores de la fallida candidatura presidencial de Carlos Reutemann.

Pero en los últimos meses Massa sorprendió al sumar al intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, hasta entonces un aliado de fierro de Urribarri.

En la provincia sospechan de la mano del gobernador y un dato alienta esa hipótesis: Claudia Monjo de Fuertes, esposa del intendente, es diputada provincial y vota todo lo que pide el Ejecutivo.

Su último aporte fue para el presupuesto y el impuestazo que aplicó Urribarri para enfrentar su abultado déficit fiscal.

La UCR no logra fortalecerse tras la dura interna que consagro al diputado Fabián Rogel contra Ricardo Troncoso, más cercano al PRO.

Rogel confiaba en fortalecer UNEN para dar batalla con esa marca, pero ya se resignó a que será un mal menor competir con la lista 3, que el año pasado no pudo evitar el triunfo de Alfredo De Angeli.