Nadie esperaba a Ramona Pucheta en la reunión de diciembre de 2011, convocada por el mendocino Enrique Thomas para armar un bloque de peronistas díscolos. Pero apareció.

“¿No ibas a renunciar para que asumiera Castells?”, le preguntó Thomas. “No no. Yo sigo”, le confirmó.

Alberto Rodríguez Saá le había ofrecido ocupar el cupo femenino al titular del Movimiento Independiente de Jubilados (MIJD).La ecuación de Castells fue fácil: asume, renuncia y voy yo.

La primera traba la tuvo con la ley de cupo femenino, que ponía interrogantes legales y le permitía a Pucheta resistir. Optó por hacerla más simple y pedirle una parte de la dieta, pero su entonces ladera no tardó en romper el acuerdo.

“Quería que me quedara con 5 mil pesos y le diera el resto. Me negué”, se jacta la diputada en los pasillos de Diputados. Sus asuntos puede atenderlos ella o su marido. Da lo mismo.

A más de dos años de aquella resistencia, la diputada es hoy una rara avis del Congreso. Aliada en los papeles de Compromiso Federal, el bloque de Adolfo Rodríguez Saá; no duda en darle quórum al Gobierno si lo requiere, como cuando hace un año le aprobó el presupuesto.

Por estos días es una de las cartas del kirchnerismo para no correr riesgo en leyes claves: pago de deuda, abastecimiento y presupuesto.

Es la relación recíproca: Juliana Di Tullio no sólo le dio una vocalía en el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) sino que es quien más viajes recibe para representar al país en el exterior.

“Están enojados en el bloque oficialista porque es la única que puede viajar”, confiaron a LPO fuentes del Congreso. Una de las vicepresidentes de Parlatino es la diputada formoseña Inés Beatriz Lotto Vecchietti, fiel integrante del Frente para la Victoria.

Hace 10 días Puchetta participó de una cumbre del Parlatino en Panamá, en representación de Argentina, justo cuando Di Tullio les pidió a todos los miembros de su bloque que ni se movieran del país hasta el 10 de octubre.

Aunque el número parece garantizado desde que el Gobierno hizo las paces con las provincias petroleras, en el kirchnerismo no quieren riesgos. Le pidieron a su aliado Leopoldo Moreau que habilitara a Eduardo Santín. Y quieren que al menos Puchetta dé quórum. Si es necesario, a cambio de otro algún viaje en representación del país en el Parlamento de Latinoamérica.