El kirchnerismo se retiró de la sesión que la Legislatura porteña realizó esta tarde para repudiar la declaración como ciudadano ilustre de José María Campagnoli, el fiscal que el Gobierno quiere destituir por investigar el caso de lavado de dinero en el que está involucrado el empresario Lázaro Báez.

En principio, el PRO tenía pensado aprobar únicamente la declaración de Campagnoli como “personalidad jurídica destacada de la Ciudad”, con la ayuda de los legisladores del interbloque de Unen.

Las bancadas que integran el interbloque K se quedaron durante ese debate, en el que los legisladores que responden al Gobierno nacional destrozaron al fiscal, al que incluso lo acusaron de “maltratar a los pobres”.

“Se trata de un fiscal que tiene dentro de sus antecedentes la persecución a los jóvenes del Barrio Mitre. En ese barrio es considerado un matón que se dedica a estigmatizar a los pobres y a violentar a los sectores más vulnerados”, fundamentó el diputado K José  Campagnoli, que no tuvo piedad con su tocayo. 

“Nunca publicó un libro, ni un manual”, se quejó el ex fiscal Aníbal Ibarra. Pero pese a la resistencia de los K, el PRO consiguió que se sancionara la declaración.

La polémica no terminó allí: cuando el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, estaba por dar finalizada la sesión, el legislador de La Alameda, Gustavo Vera, pidió colar sobre tablas un proyecto en conjunto con Ritondo para declarar a Campagnoli como ciudadano ilustre, una iniciativa que necesita 40 votos.

Los legisladores K estallaron a los gritos mientras Vera argumentaba su proyecto y al advertir que el PRO conseguiría los votos de Unen para aprobar el texto, se levantaron de sus bancas y se retiraron del recinto denunciando un “pacto PRO-Unen”, en represalia a las denuncias de un “pacto PRO-K” que los legisladores de Unen hicieron más temprano mientras se votaba el traslado del monumento a Colón.

“Compitiendo por un título en los diarios votan sobre tablas una ciudadanía ilustre bastardeando a todos los ciudadanos ilustres porteños”, protestó la legisladora Gabriela Cerruti.