La tensión entre Miguel Galuccio y Jorge Sapag por el control de las áreas de Vaca Muerta estalló en el Congreso, donde ambos invitaron a diputados a recorrer el yacimiento con sólo una semana de diferencia.

Por su lado, el presidente de YPF organizó para el martes un tour con los miembros de la Comisión de Energía y Combustibles.

El gobernador de Neuquén invitó para siete días más tarde a referentes de todos los bloques, con la promesa de presentarles directivos de otras petroleras interesadas en el prometedor yacimiento de shalle oil.

Las propuestas fueron anunciadas el martes en la Comisión de Energía y Combustibles por su presidente, el santacruceño Mario Metaza. Los neuquinos Alicia Comelli y Adrián San Martín, quienes recordaron la invitación de Sapag ni bien Metaza hizo pública la de Galuccio y varios diputados no ocultaron su asombro por la nula coordinación.

Comelli es cercana a Sapag y San Martín responde a Guillermo Pereyra, el senador del Movimiento Popular Neuquino y líder del gremio de petroleros, que llegó al Congreso distanciado del gobernador pero no tardó en reencontrarse unidos por el interés mutuo en Vaca Muerta.

A través de Gas y Petróleo de Neuquén, la petrolera de la Gobernación, Sapag intenta atraer inversores y sus movimientos alteraron a Galuccio, quien tiene Vaca Muerta como el corazón del futuro de YPF y pretende acordar él con las petroleras extranjeras, como ya hizo con Chevron,

Está lejos de conseguirlo: la semana pasada Guillermo Coco, presidente de GyP viajó a Houston para ofertar 11 áreas de Vaca Muerta a petroleras de renombre como Exxon, Chevron y EOG Resources y Shell, que por su enfrentamiento con el Gobierno difícilmente pueda llegar al yacimiento por YPF. Sí puede hacerlo con los gobiernos provinciales.

Galuccio cristalizó su enojo en su última visita al bloque de diputados del Frente Para la Victoria. Con su clásica mesura, dejó entrever que Sapag y su antecesor Jorge Sobisch acostumbraban a conceder áreas a bajo costo.

Los gobernadores están amparados en la Constitución, que le confiere a las provincias la potestad de los recursos; y por la ley sancionada en 2006, conocida como “ley corta”, que reglamenta la potestad que tienen de conceder áreas a su gusto.

No conforme, el gobernador impulsa ahora otra norma en la Legislatura provincial para regular sus áreas y priorizar, en la medida de lo posible, a su propia compañía.

“No nos pueden decir nada porque lo que faltan son inversores”, responden en la Gobernación neuquina, cuando se habla de la bronca de Galuccio.

Pero el presidente de YPF sintió el impacto y como respuesta deja correr el rumor de que impulsará la derogación de la ley corta para controlar todas las áreas.

Un proyecto así sería de difícil consenso y comenzaría a ser debatido por los diputados de la Comisión de Energía, quienes el martes están invitados por él a Vaca Muerta. Para frenarlo, Sapag necesitaría un compromiso firme de la oposición y tal vez por eso la quiere recorriendo el yacimiento con sus principales referentes.