Con cuatro votos sobre 40 a Luis Barrionuevo le alcanzó para darle la presidencia de la Cámara de Diputados de Catamarca a su ladero Marcelo Rivera y barrer Jorge Moreno, vinculado al intendente de la capital Raúl Jalil, el crédito de Sergio Massa en la provincia.

Fiel a su historia, para avanzar casilleros acordó con los 18 radicales y les dio todo lo que pedían: la vicepresidencia de la Cámara, que quedó para Marisa Nóblega, y los cargos más relevantes como la secretaría parlamentaria.

El acuerdo se materializó en una fugaz sesión de esta mañana y tomó por sorpresa a la gobernadora Lucía Corpacci y a su vice Dalmacio Mera.

Mera venía negociando con la UCR para compartir autoridades en la Cámara y pensaba también beneficiar a Barrionuevo.

Como adelantó LPO ayer, el vice logró convencer a Corpacci de negociar con Barrionuevo y Jalil una primaria provincial para definir los cargos y evitar dividir votos, que sólo le conviene a la UCR.

Mera hasta había apalabrado como posibles autoridades de la Cámara, cuando supo que el gastronómico negoció por las suyas con la UCR y mató dos pájaros de un tiro.

Por un lado le marcó la cancha a Carpacci y Mera y debilitó a Massa, quien intentó despegarse de él tras el paro del 10 de abril.

Con su partido, Tercera Posición, Barrionuevo obtuvo 20 puntos en octubre y las últimas encuestas lo muestran con esa intención de voto.

Si los repite en las generales para gobernación le allanará el camino a la UCR, que debe optar entre Brizuela del Moral o el ex intendente Ricardo Guzmán, con alta intención de voto.

Y hoy dejó la sensación de estar más cerca de tomar ese camino que de arriesgarse a una interna, que, por otra parte, sólo podrá aprobarse en Diputados con sus votos. ¿Acaso un nuevo gobierno radical no le devolvería el favor de esta mañana?

“Él le quería pegar a Massa pero el golpe más grande fue para nosotros, que ahora tenemos que ver como seguimos”, se sinceró una fuente oficialista ante LPO.

La incógnita ahora es el camino que tomará Jalil. Si se suma a una interna o también juega por afuera y amplía la división del voto peronista en la general, como sueña la UCR, la flamante socia de Barrionuevo en Catamarca.