Lucía Corpacci decidió pegarse a Daniel Scioli para levantar su imagen, tras aceptar el consejo de su vice Dalmacio Mera y anunciar que habrá primarias para definir al próximo gobernador de Catamarca.

Scioli visitó hoy a Corpacci, en el marco del recorrido que viene haciendo por las provincias para ver a sus pares. "Catamarca tiene un papel trascendente en la región con su industria minera para el desarrollo del país", destacó, en referencia a una de las pocas fuentes de divisas de Argentina.

No fue una declaración al paso, como reveló LPO, Scioli apuesta todo a la minería. Imagina que en una eventual Presidencia a su cargo, ese sector podría multiplicar sus inversiones y como es un gran generador de divisas, de ahí obtendría los recursos para bajarle las retenciones al campo y poder liberar el dólar.

Este viaje por eso le permitió a Scioli cosechar el respaldo de otro gobernador peronista a su proyecto presidencial y además anundar la relación con las mineras de Catamarca.

Una gobernadora en problemas

Por otro lado, no fue una semana más en la provincia. En la apertura de sesiones de la semana pasada, la gobernadora anunció que los partidos políticos deberán definir sus candidatos provinciales en primarias.

La idea se la había acercado su vicegobernador  Dalmacio Mera, enfrentado a Corpacci y uno de los principales aspirantes a sucederla. Le planteó hacer una primaria entre ellos que y permitir también participen Luis Barrionuevo, tercero en las elecciones de octubre; así como el intendente de la capital Ricardo Jalil, también peleado con Corpacci y ahora aliado a Sergio Massa.

Si bien el vicegobernador podría haber conseguido los votos por su cuenta en la Legislatura, Corpacci había dicho que estaba dispuesta a vetarlo, porque prefería hacer una interna a la antigua, con padrón general, en la que creía iba a poder imponer su candidatura.

Pero en un viaje a Roma el vice la convenció de que ese camino terminaría en que todos jugaran por afuera y dividieran los votos, un favor para la UCR, que podría recuperar la provincia con sus dos posibles candidatos: el ex gobernador y diputado Eduardo Brizuela del Moral; y el ex intendente capitalino Ricardo Guzmán.

Según una encuesta a la que accedió LPO, Guzmán tiene un 43.5 de imagen positiva y Brizuela alcanza 40,6, aunque por su paso en la gobernación acumula un 28 de negativa.

El mismo nivel de rechazo tiene Corpacci, con apenas 35.8 de imagen positiva. Mera llega a 37.9 pero con 18 de negativa. Jalil llega a 39,.2 de aceptación y 18.2 en contra.

El acercamiento que hoy tuvo la gobernadora a Scioli también se explica en las encuestas. El bonaerense mide 44,5 y tiene una negativa de 16,3. Lejos de Massa, que lidera con 55,3 y sólo 12,3 de rechazo; pero mejor que Cristina (38 buena y 33 mala), Macri (37 y 20 repectivamente), Cobos (33,9 y 21) y Hermes Binner (27 y 8, pero con un desconocimiento de 42).

En es escenario, la propuesta de Mera de abrir las pasos para meter a todo el peronismo adentro tiene su sentido. ya que la gobernadora esta muy lejos de garantizar por si sóla un triunfo al PJ. De hecho, Barrionuevo conserva su quintita: un 22% lo quiere y un 33 no, mejor que en cualquier otra parte del país. Por eso Mera también lo quiere en la interna, tarea que ya inició el subsecretario de Asuntos Municipales, Fidel Sáenz.

Por otro lado, el ministro de Gobierno Gustavo Saadi tendió puentes hacia el Partido Unidad Catamarqueña, de Pedro Casas, ex ministro de Gobierno de Oscar Castillo, aliado de Barrionuevo en octubre.

Convencer a Jalil de jugar en la interna no será fácil: con el sello del Frente Renovador en sus manos, tendrá la opción de presentarse en soledad, en compañía de un buen candidato a la capital, que concentra más de la mitad de los votos.

Legado de dos décadas de gobierno radical, Catamarca vota gobernador en marzo, antes que ninguna otra. Por lo que definir cuando será la primaria no será fácil: como tarde, deben ser en enero, un mes poco cómodo para hacer campaña.