A los ojos de todos los que se habían acercado a ver un partido de fútbol y a la vista de todas las cámaras de televisión, la barra brava de Quilmes decidió el lunes por la tarde dirimir quién se queda con múltiples negocios. El resultado: un apuñalado, otras nueve personas heridas, dos hospitalizados y diez detenidos, todo en las instalaciones del club que conduce el senador Aníbal Fernández.
“No me interesa en lo más mínimo que esta gente participe del espectáculo. Que actúen y los metan presos", dijo sobre el tema Aníbal, que de paso culpó a la AFA por no poner en práctica el sistema de AFA Plus.
Sin embargo, son varias las conexiones entre la barra del Cervecero y el ex jefe de Gabinete.
El lunes se trenzaron dos facciones por el control de la tribuna y negocios varios: "Banda de Ramiro" y "Los Álamos".
La primera responde a Ramiro Bustamante, que tiene el control de la venta ambulante y de choripanes en las adyacencias del estadio de Quilmes. La otra banda tiene varias parrillas y puestos en el resto del distrito y es liderada por Osvaldo "Dedo" Becerra, un histórico puntero del peronismo quilmeño que, según varias fuentes, mantiene una fuerte relación con Fernández.
De hecho, su hijo Mario -el apuñalado en la tribuna- estuvo en los festejos de la asunción de Aníbal como presidente del Club, según señala el sitio La Noticia 1.
Pero no es el único vínculo. “Dedo” Becerra tiene una suerte de ejército de pintadas que responde a Aníbal y entra en acción en cada elección. Con la firma “Fabi Vive” en honor a un joven que fue asesinado, en la última campaña se encargaron de las pintadas a favor del candidato del senador, Daniel Gurzi.
“Trabajan desde hace años con Aníbal. No puede hacerse el desentendido por los conoce muy bien. Son desprendimientos de una sola barra, pero ante la multiplicidad de negocios, se van ramificando”, señalan las fuentes.
Fin de la tregua
Además, la brutal pelea del lunes hizo estallar por los aires la frágil tregua que habían alcanzado el intendente Francisco “Barba” Gutiérrez y Fernández.
LPO contó la semana pasada que ambos dirigentes habían llegado a un acuerdo para no complicar la gobernabilidad en el Concejo Deliberante. Pero, a fin de evitar quedar relacionado con la violencia en el fútbol, Gutiérrez prefirió diferenciarse de Aníbal.
“Repudiamos todos los hechos de violencia que ocurren dentro de los estadio de fútbol y todo lo que tenga que ver con las acciones de los barrabravas porque no son simple simpatizantes que van a ver un partido sino que se disputan negocios económicos. En el caso de Quilmes esto ocurre dentro del espacio que hoy conduce el Club Quilmes”, señaló el “Barba” a través de un comunicado y responsabilizó así directamente a Fernández.
Además, para completar la ofensiva, el intendente pidió que la Justicia haga las investigaciones y clausure las instalaciones del centenario club.
“Ahora corresponde a la Fiscalía y a los jueces investigar y castigar a los responsables, porque hay que terminar con este tipo de delitos que ocurren en los espectáculos públicos. Entendemos que la situación que ocurrió en el estadio de Quilmes no puede seguir como si nada hubiera pasado, se deberá clausurar e investigar qué pasó”, apuntó Gutiérrez.
Además, el intendente aprovechó para desligarse de los hechos, luego de que esta mañana el diario deportivo Olé denunciara que el director de Higiene Urbana de la Municipalidad, Jorge Trejo, también lidera una de las facciones de la barra brava quilmeña.
De hecho, Trejo viajó al Mundial de Sudáfrica de la mano de Marcelo Mayo, el creador de las Hinchadas Unidas Argentinas.
“Quieren poner al compañero Trejo como un barrabrava cuando no lo es. Repudiamos todas estas acciones. Si hay algún responsable está en la conducción del Club y es quien debe dar cuenta de que esa situación de gravedad no se puede dar más”, apuntó el “Barba”.
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Los contubernios existentes entre las barras, verdaderos asociaciones ilícitas del fútbol argentino y la política son innegables. Existieron desde antaño y en los últimos años han crecido exponenciamente con la indispensable complicidad político/policial, sin la cual todo esto no sería posible.
Allí está el meollo de la cuestión, todo lo demás es mentira o cotillón en el mejor de los casos. Baste mirar, a guisa de ejemplo, la movida creada en Ministerio de Seguridad de la Nación, donde "funciona" el Comité de Seguridad en el Fútbol, otrora trístemente liderado por Javier Castrilli, con el traslado de una decena de funcionarios (ver Canchallena dell 12/03) a Brasil para mantener reuniones con autoridades de seguridad de allí (???)
Digo, si en Brasil creen que con esta gente obtendrán algún resultado, desde aquí, modestamente, les advertimos, van por el camino equivocado a reunirse con la gente también equivocada.
Después de ver los hechos de los que da cuenta la nota, qué podrían aportarles estos funcionarios a los expertos brasileños? nada, nada de nada.