Axel Kicillof está obsesionado con ser el único responsable de las negociaciones de la deuda argentina, ya sea con los holdouts como con el Club de ParÃs. Es por eso que el ministro de EconomÃa sintió amenazada su ambición y frenó el desembarco de Paula Español en la embajada argentina en Francia.
Pero pese a que Español siempre trabajó cerca de Kicillof desde sus épocas universitarias, no pertenece al riñón del ministro de EconomÃa. Como explicara LPO, el principal capital polÃtico de Español se debe a su vÃnculo familiar Hugo Soriani, uno de los socios de Ernesto Tiffenberg, el director de Página 12 desde 1994. Quienes la conocen de cerca saben que los cargos que consiguió fue gracias a esa influencia.
Como Cristina quiere conservar esa relación con el medio ultraoficialista, le habrÃa ofrecido la Embajada argentina en Francia, ante el desgaste que estarÃa sufriendo Español en su actual cargo de Comercio Exterior.
Cuando se enteró de esa maniobra, Kicillof puso el grito en el cielo, puesto que creyó que si la embajada en Francia caÃa en manos de una dirigente polÃtica sin carrera diplomática, la plaza parisina podÃa ser una amenaza para sus intenciones de controlar todas las negociaciones con el Club de ParÃs.
De hecho, Kicillof ya habÃa dinamitado el trabajo que venÃa haciendo ex ministro de EconomÃa Hernán Lorenzino a través de la incipiente Unidad de Restructuración de la Deuda, secundado por el ex secretario de Finanzas Adrián Cosentino.
El ministro de EconomÃa prefirió que, para tener un mayor control de las negociaciones en Francia, la plaza quedara para una mujer de carrera, toda una contradicción para el kirchnerismo que suele ubicar polÃticos sin carrera diplomática en los paÃses centrales.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.