El ex legislador porteño Eduardo Epszteyn le dio un marco formal a su distanciamiento definitivo del diezmado espacio de Aníbal Ibarra, preanunciando su pase a las filas del kirchnerismo.

Epszteyn, que desde el 10 de diciembre último se desempeña como auditor general de la Ciudad, eligió nada menos que el diario oficialista Página 12 para cargar contra el ex jefe de gobierno, a quien acusó de “vanidoso” por negarse a integrar un bloque común con la bancada del Frente para la Victoria que encabeza Juan Cabandié.

“La derecha no tiene problema en juntarse porque se ponen de acuerdo por los negocios. A nosotros, ¿qué nos pasa? Aparece la vanidad, que como decía Max Weber en El político y el científico, conspira contra la responsabilidad política y contra la idea de causa colectiva”, explicó Epszteyn en la entrevista.

“Hay que pensar en grande, en recuperar el Gobierno de la Ciudad; la etapa de sintonía fina requiere de mucho apoyo político, y eso implica construir una fuerza en la ciudad de Buenos Aires capaz de apoyar las políticas nacionales dejando de lado las vanidades”, dijo Epszteyn y aclaró que se refería directamente a Ibarra.

“Leí que dice que tiene miedo a diluirse. No, la dilución no es estar dentro de un bloque o no estar. La dilución es desaparecer de la escena por falta de iniciativa política”, enfatizó el ex legislador en referencia a Ibarra. “Hace dos años, el ibarrismo fue separado del kirchnerismo en la Capital y sacó dos puntos y medio; la sociedad castigó eso”, ejemplificó.

Epszteyn fue la principal espada del ex jefe de gobierno en la Legislatura durante los últimos cuatro años. Pero en los últimos meses comenzó a alejarse de Ibarra, que lo destrató en más de una ocasión.

En primer lugar, Ibarra lo desplazó al tercer lugar de la lista colectora de candidatos a legisladores. Las elecciones de junio le permitieron a esta lista colocar sólo dos escaños: el propio Ibarra y Susana “Tana” Rinaldi.

Consciente de que ese escenario era el más posible, Ibarra le había prometido a Epszteyn que renunciaría a su banca para dejarlo renovar, en caso de que el ex ministro de Medio Ambiente no ingresara.

Pero Ibarra no cumplió con su promesa y Epszteyn debió pelear fuerte dentro del interbloque K para conseguir un lugar en la Auditoría.

Ahora, el pase de Epszteyn al espacio kirchnerista está allanado. En ese sentido, en la entrevista dejó en claro que ya no tiene trabas para el traspaso: “mis hijas tienen 20 y 25 años y son kirchneristas. Mis padres, también. Es muy difícil explicarles por qué no estás adentro. De nuevo, la vanidad es el peor enemigo de la política”, argumentó.

La Política Online intentó comunicarse con el auditor pero no pudo contactarlo.