El vicepresidente Julio Cobos apoyó el decreto que la presidenta emitió el 7 de enero para echar al entonces presidente del Banco Central Martín Redrado, quien tras objetar esa decisión ante la justicia, el viernes anunció que renunciaba a ese cargo.

Lo hizo en consonancia con del diputado kirchnerista Gustavo Maconato, y en discrepancia con el diputado de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay, los otros dos miembros de la comisión encargada de aconsejar a la presidenta sobre la conducta del ex funcionario.

Este último aceptó el pedido de su jefa política y compañera de bloque, Elisa Carrió, y rechazó de plano en su dictamen la remoción que sufrió Redrado, al considerar como “una grave falta institucional” que esa decisión no haya pasado por el Congreso.

Pero también despotricó contra la gestión de Redrado y de su Directorio, compuesto por mayoría kirchnerista, y el jueves pedirá que la comisión también investigue sus tareas en el organismo.

A esa posición llegó después de una reunión que mantuvo este mediodía con sus compañeros de bloque, quienes le informaron sobre la necesidad de no avalar la abrupta salida que el Gobierno le propició al ex jefe del Banco Central.

Marconato tomó el camino contrario. Se remitió a apoyar la salida de Redrado por los mismos argumentos que esgrimió la jefa de Estado cuando decidió su salida: el supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público en el que habría incurrido por negarse a derivar fondos de las reservas para pagar deuda.

Toda la atención en Cobos

Las miradas quedaron puestas en Cobos, quien a diferencia de Prat Gay, desestimó la recomendación de las máximas autoridades del radicalismo, que le había pedido que se abstenga de votar, considerando que Redrado anunció su renuncia del viernes y la presentó formalmente ayer.

Con esa expectativa, el vicepresidente abrió la reunión de la comisión pasadas las 15, y a las dos horas pidió un cuarto intermedio hasta las 20. En ese lapso volvió a ampliar las argumentaciones que le daría a su voto, esta vez, positivo para el gobierno.

A las 20.45 el consejo de la bicameral fue enviado en un sobre lacrado hacia la Casa Rosada, donde lo recibió en mano la presidenta. Con él, ahora podrá echar a Redrado por un decreto simple, para lo que requería la decisión de la bicameral, aunque sea proponiendo lo contrario.

El consejo de la comisión es único, pero tiene tres argumentaciones completamente distintas. Al instante de enviarse, la agencia oficial Telam informó que “el vicepresidente Julio Cobos votó a favor de la remoción pero con críticas hacia la política monetaria”.

Habría justificado su venia al despido en las facultades de la presidenta de destituir al presidente del Banco Central, toda una respuesta a las acusaciones de obstaculizar al Gobierno que le tiran desde la Casa Rosada.

Telam confirmó también que “el oficialista Gustavo Marconato votó a favor, y el diputado de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay en contra de la destitución”.

La difusión de esta información por ese medio no es menor: al tratarse de un trámite reservado, se presume que sólo desde la Casa Rosada pueden filtrarse datos.

Hoy el diario Página 12, oficialista por excelencia, ya había acorralado a Cobos, al destacar en tapa que sería el encargado de desempatar la votación.

El hermetismo con el que el vicepresidente selló su voto marcó la incomodidad que le causó tener que tomar posición sobre el destino de quien fuera jefe del Banco Central.

Es que los sucesos que provocó ese escenario cristalizaron una vez más sus diferencias con parte de la conducción de la UCR, y fueron usados por el Gobierno para acusarlo de incentivar la destitución de la presidenta.

Carrió también aprovechó su exposición para volver a considerar incompatible el rol del vicepresidente con el de líder opositor. El desenlace lo explica todo: Cobos decidió su sufragio entre el fin de semana y ayer sólo rodeado por su círculo íntimo de confianza.

Según una encuesta del consultor Julio Aurelio, a la que accedió LPO, todos los dirigentes de primera línea subieron levemente su imagen positiva, excepto Cobos, que bajó seis puntos. El alza alcanzó a Mauricio Macri, Francisco de Narváez y hasta a la presidenta Cristina Kirchner, quien escaló un punto. Toda una señal.