El secretario de Comunicación Social de Brasil, Fabio Wajngarten, un funcionario que pertenece al entorno más Ãntimo del presidente Jair Bolsonaro, entró en un torbellino polÃtico de final impredecible. Acusado de actos de corrupción, la policÃa federal acaba de iniciar las investigaciones del caso por orden de la fiscalÃa de Brasilia. Pero el joven Wajngarten es consejero clave, que lo acompaña a Bolsonaro desde antes de la campaña presidencial. Y Jair no quiere desprenderse de él. Hace 15 dÃas habÃa dicho: "No veo nada equivocado en el desempeño de Fabio". Este miércoles fue todavÃa más enfático: "El continúa más fuerte que nunca en el cargo". Luego criticó al diario Folha de Sao Paulo al que acusó de promover una campaña contra el funcionario.
El delito que se le adjudica a Wajngarten es el de desarrollar actividades empresariales incompatibles con la función pública. Es que él es el hombre del Palacio del Planalto que distribuye la publicidad oficial entre los diferentes medios periodÃsticos, especialmente radios y TV. Y además está pegado a Bolsonaro, a quién aconseja en forma permanente sobre cómo actuar con la prensa. Ocurre que el secretario de Comunicación es dueño de una empresa (le pertenecen 95% de las acciones, y 5% de su madre) que tiene como clientes justamente a los grandes medios, entre ellos los grupos Récord, Bandeirantes y SBT.
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De tal suerte, si su misión oficial es pagarles con dinero oficial para vehiculizar la propaganda del gobierno, por el lado privado recibe pagos de parte de esos medios. En sà misma, esta actividad configura una incompatibilidad. Lo que se descubrió, además, es que precisamente son sus "clientes" los que recibieron el grueso del presupuesto destinado a la publicidad oficial. El caso fue encuadrado por los fiscales como "especulación y corrupción pasiva, y el uso de la administración pública para fines particulares".
Wjngarten niega las acusaciones y afirma que se apartó de la empresa cuando fue nombrado para el cargo oficial. Pero trascendió que ya como secretario de Comunicación Social tuvo 67 reuniones precisamente con los medios "clientes" de su firma.
Los analistas afirman que Wajngarten no operó por su propia cuenta. Creen que el gobierno debÃa estar al tanto. Y recuerdan que algo semejante pasó con el "mensalao", el primer caso de corrupción en el gobierno de Lula da Silva, que estalló en 2006. Se abrió entonces una caja negra, un esquema operado por agencias publicitarias donde éstas eran contratadas para desviar dinero público para el uso en las campañas electorales de los partidos de gobierno, entre ellos el PT, el socialdemócrata PSDB, y una ristra de agrupaciones de centro.
Lo que se preguntan en Brasilia es si Bolsonaro logrará sobrevolar el escándalo, que podrÃa llegar a involucrarlo, como hizo Lula en 2006. Están en juego nada menos que 35 millones de dólares, la partida destinada a la publicidad oficial.
Hay hechos incontrovertibles: la FW Comunicación y Marketing celebró contratos privados con al menos cinco grupos mediáticos que reciben recursos de la SecretarÃa de Comunicación; entre ellas Récord y TV Band. Para que el caso quedara en familia, al entrar al gobierno Wajngarten puso al frente de su firma a Fabio Liberman. El hermano del gerente empresarial es nada más ni nada menos que el vice de Wajngarten en esa estratégica secretarÃa.
La defensa incondicional del funcionario, que ensayó Bolsonaro, no hace perder de vista a otros miembros del gobierno el costo polÃtico que recaerá sobre el presidente si lo mantiene en el cargo. Electo con un fuerte discurso anticorrupción, este es el año electoral de medio término del mandato bolsonarista, cuando la elección de intendentes y concejales en más de 5.000 ciudades del paÃs marcará tendencia de cómo podrá ser la disputa presidencial.
Guerra abierta en el gobierno de Bolsonaro entre el ala militar y el "ideólogo" Olavo
El joven Wajngarten entró en el gobierno de abril de 2019 con la misión de mejorar las tirantes relaciones entre los medios periodÃsticos brasileños y el gobierno. Su designación fue apoyada en la época por el gurú Olavo de Carvalho, considerado entonces un factor clave en el triunfo del presidente en octubre de 2018.
Poco tiempo después, en junio de 2019, un general de fusta, Carlos Alberto dos Santos Cruz, jefe del secretario de Comunicación, fue despedido por Bolsonaro sin ninguna justificación. Hoy, este militar dijo sobre su ex subordinado: "Esto que ocurrió tiene que ser analizado por la Comisión de Etica de la Presidencia, como también requiere un análisis jurÃdico". Este último es el que está en marcha.
El ingreso de Wajngarten al gobierno no fue obra de la casualidad. El joven empresario conocÃa a Bolsonaro desde 2016 y fue clave durante la campaña electoral de 2018. El le organizó al entonces candidato, varios encuentros con la comunidad judÃa de San Pablo. Más aún, cuando Bolsonaro fue atacado a cuchilladas en la ciudad de Juiz de Fora, en septiembre de 2018, Wajngarten estuvo en la Unidad de Terapia Intensiva donde fue internado el entonces presidenciable. Y por sus gestiones logró que lo derivaran, de inmediato, al Hospital Israelita Einstein.
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- 106/02/2007:17No sé que diría Laurita Alonso al respecto. .... Ah noooo... Allá seguro interviene el fiscal Moro .... Ese muchacho si que es bueno... Coooomooo .. que ahora es ministro de justicia? Que nido de ratas estos gobiernos... Por dios se bañan en agua bendita y contaminan la función pública como cloacas.