El juez federal Claudio Bonadio dejó este lunes en libertad al ex gerente general de Iecsa, Javier Sánchez Caballero, luego de homologar el acuerdo para que declare como arrepentido en la causa de los cuadernos de las coimas durante el kirchnerismo.

Al mismo tiempo, el magistrado eximió de prisión al ex dueño de la constructora de la familia Macri, Ángelo Calcaterra, quien esta mañana se presentó espontáneamente en los tribunales y también fue aceptado como "imputado colaborador".

Calcaterra reconoció que entregó dinero a funcionarios kirchneristas para las campañas electorales de 2013 y 2015 y aseguró que lo hizo a raíz de que fue "apretado" bajo la amenaza de cortarle los pagos de las obras. Como explicó LPO, se trata de una estrategia de los empresarios para quedar como víctimas de una extorsión y no como partícipes necesarios de la asociación ilícita.

Calcaterra reconoció a Bonadio que aportó fondos al kirchnerismo en 2013 y 2015

De esta forma, Sánchez Caballero es el segundo liberado tras la razzia del miércoles pasado. El primero fue Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, que se acogió al régimen del arrepentido y admitió haber escrito los cuadernos donde detallaba el circuito de las coimas durante el kirchnerismo.

La mismo suerte que Centeno y Sánchez Caballero podría correr en las próximas horas para el ex CEO de Isolux Argentina, Juan Carlos De Goycoechea, a quien Bonadio también le firmó este lunes el acuerdo para que sea "imputado colaborador".

Su abogado, Juan Araoz de Lamadrid, dijo que Goycoechea fue víctima de "extorsión y no conformó asociación ilícita". "Creemos que la calificación que le correspondería sería diferente a la de asociación ilícita, no forma parte de una asociación ilícita, fue víctima de una extorsión por parte de los funcionarios", manifestó, confirmando la estrategia de los empresarios.

La estrategia de los empresarios para zafar de la causa de los cuadernos

En tanto, el abogado José Manuel Ubeira presentó un pedido de eximición de prisión para el ex director de Yacyretá, Oscar Thomas, el único prófugo en la causa.

Además de Calcaterra y Sánchez Caballero, en Comodoro Py se especula con que un tercer empresario se sume como arrepentido. Las miradas apuntan a Francisco Valenti, directivo de Impsa, firma del grupo Pescarmona, aunque no se descarta que pueda hacerlo Carlos Wagnes, el dueño de Esuco y ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.