La ley del aborto aprobada en Diputados el 13 de junio comenzó a tratarse en el Senado y antes de escuchar al primer expositor se abrió una polémica porque los que se oponen exigieron debatir en el interior del país.

Los "verdes", como se conoce a los militantes de la ley, se turnaron para rechazar cualquier reunión en las provincias, donde se hace sentir más fuerte el rechazo. No quieren ese peligro. 

El plenario fue presidido por el presidente de la Comisión de Salud, el radical Mario Fiad; y los peronistas Dalmacio Mera (Asuntos Constitucionales) y Pedro Guastavino (Justicia y Asuntos Peales).

Los senadores que se oponen al aborto quieren reuniones en el interior, donde se hacen sentir más. Sus rivales se opusieron y definirán los presidentes de bloque. Rubinstein y Ginés ya se anotaron para hablar. 

La expectativa colmó el salón Illía del Senado en lo que iba a ser una reunión breve para definir el cronograma de audiencias, pero derivó en un debate subido de tono.

Rápido de reflejos, el radical Ángel Rozas, uno de los indecisos, sugirió que el dilema lo resuelvan los presidentes de comisiones y no sea necesario votar y anticipar una postura. "Lo más operativo es hacer un cuarto intermedio", lo respaldó el macrista Federico Pinedo, antiabortista declarado.

Fiad, Guastavino y Mera definirán este miércoles si aceptan la misión de viajar para reunirse, pero no había entusiasmo, por las dificultades logísticas por los ajustados tiempos.

Los plenarios serán martes y miércoles, a las 14 horas y a las 10; el 1 de agosto se firma despacho y el 8 hay sesión.

La propuesta de girar por el país la hizo Magdalena Solari Quintana, de Misiones y sin una posición sólida. Pero rápido se prendieron las militantes celestes, como la salteña María Fiore de Viñuales y las radicales Olga Brizuela y Doria y Silvia Elías de Pérez.

"¡Estamos discutiendo un proyecto aprobado por Diputados y el ámbito es este!", se plantó Miguel Pichetto, verde declarado. Lo apoyó su coterránea Magdalena Odarda (Progresista) y la pampeana Norma Durango.

"Es llamativo. Si ya tenemos fecha para votar ¿Cuál sería la dilación?", se molestó Elías de Pérez. "Las únicas actividades que se pueden hacer afuera del palacio son las audiencias públicas", protestó el kirchnerista Marcelo Fuentes.

Y así todos fueron adelantando donde se ubican en esta historia. El fueguino Julio Catalán Magni pidió no irse del Congreso y enseguida lo enfrentó su coterránea Miriam Boyadjian, aliada PRO. 

Sorprendió la santiagueña Ada Iturrez de Cappellini, que ya dijo estar en contra y prefirió no tener que ratificarlo en su provincia. Y la catamarqueña Inés Blass, por ahora indecisa, propuso oradores de su tierra pero no dejó claro si prefería hacerlos viajar. 

Pinedo cerró la polémica pero el clima quedó tenso y las audiencias no serán similares a las de Diputados. Ya hay anotados 56 oradores, la mayoría figuras del derecho, la medicina y la política, con un plato fuerte el martes 24 de julio, plenas vacaciones de invierno.

El Senado se abrirá para escuchar al ministro de Salud Adolfo Rubinstein, a quien ocupó esa cartera hace una década, Ginés González García; y a Lionel Briozzo, ex subsecretario de Salud de Uruguay. Todos apoyan la ley.

Volverá Eduardo Menem, que ya habló en Diputados; representantes de la UCA como el médico Miguel Schiavone y Nicolás Laferiere, del Centro de Bioética. Y mucho abogado radical como Andrés Gil Domínguez, Mónica Pinto y el ex procurador Nicolás Becerra.

Estará la exministra de la Suprema Corte de Mendoza, Aída Kemelmajer, que respalda la ley, como también el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Santiago Cantón. Irá al Congreso aun María Eugenia Vidal siempre estuvo en contra del aborto. 

"Debemos extremar los recaudos para que la responsabilidad, la reflexión, y las razones y argumentos -y no las emociones- sean el móvil de las decisiones. Los senadores estaremos legislando para los millones de argentinos de hoy, pero también para los de mañana, por eso debemos garantizar un debate plural y transparente", afirmó Fiad. Le espera un largo trabajo.