El presidente de la filial local de la banca de inversión JP Morgan, Facundo Gómez Minujín, aseguró que la Argentina "todavía sigue en camino de cornisa" porque "la reversibilidad de los cambios es posible".

Gómez Minujín expresó estas ideas en una charla que compartió con el economista Gustavo Cañonero, de la agencia SBS, y su par Marcos Buscaglia, de la consultora Alberdi Partners, en la que el tema fue la posibilidad de que la Argentina pudiera ser considerada por las agencias de calificación de riesgo como país emergente y dejar la calificación de mercado de frontera.

Al respecto, los economistas coincidieron en que todavía en la Argentina los factores políticos son determinantes para la decisión de las inversiones.

En el marco de la 38 Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivo de Finanzas (IAEF), Gómez Minujín dijo que "algunas agencias de rating miden el riesgo político" y que a partir de allí concluyó que "todavía estamos en camino de cornisa donde la reversibilidad de los cambios es posible".

Para el titular de JP Morgan Argentina, el mayor problema del país se encuentra en el Poder Judicial. Sostuvo que "de 2.000 causas de corrupción, no hay presos, las penas no superan 5 años y son excarcelables, una de cada 10 tiene condena y los casos tienen 18 años".

El titular de la filial argentina del JP Morgan afirmó que el mayor problema de la Argentina es la Justicia: "Tenemos más de 2.000 causas de corrupción, no hay presos y las penas no superan los 5 años y apenas una de cada 10 tiene condena".

Para el directivo, el problema no solo es con la Justicia Federal que investiga corrupción, sino también en otros fueros como el comercial.

"Casi todas las quiebras de los últimos años siguen abiertas, los juicios por mercados de futuros continúan, los juicios laborales tienen 10 años. Es una cuestión de la justicia en general", explicó.

Por su lado, Cañonero consideró que la Argentina "ya ha pasado la frontera pero tiene que demostrar que quiere seguir en ese camino".

Para el economista, "el gradualismo en las medidas está bien pero es esencial la aceleración de las reformas estructurales desde octubre".

Por su lado, Buscaglia indicó que "la estrategia de este gobierno va a funcionar, pero la definiría como incrementalismo" que consiste, a su entender, en "ir mostrando que se pueden mejorar los desbalances sin que la gente pierda el trabajo".

Advirtió que "no tenemos partidos políticos, tenemos líderes territoriales, por lo que no se pueden pactar políticas de largo plazo con este sistema".

"Volver a tener un sistema político balanceado, a efectos de la inversión indica que si bien no da garantías de largo plazo, da un horizonte de por lo menos seis años", opinó Buscaglia.

Por eso, opinó que "el país sin shocks globales puede crecer" y proyectó que "el gradualismo llegó para quedarse, para ser realistas". Por ese motivo, aseveró que "sin shocks externos el país puede crecer al 4 por ciento en forma sostenida por 10 años".