Mauricio Macri lanzó el lunes una fuerte crítica contra el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, por no haber eliminado el sistema de listas colectoras, aunque pareció olvidar que gobernadores de Cambiemos tampoco avanzaron con reformas electorales.

El Presidente habló sobre cómo se deterioró la relación con el tucumano, que al principio de la gestión se mostraba como uno de los peronistas más cercanos a la Casa Rosada pese a su pasado como ministro del kirchnerismo. "Con Manzur arrancamos muy bien, estaba muy entusiasmado, pero ahora se puso arisco y criticón", dijo Macri en una entrevista al Canal 8 de Tucumán.

Luego, sorprendió y lo atacó con el tema electoral. "Yo le recomiendo a él que haga la reforma política y terminar con las colectoras, esas cosas raras que se hacen en las votaciones e ir a un gobierno abierto, para dar transparencia", lanzó Macri, que durante 2015 fue muy crítico con Manzur y Alperovich por este tema, pero en 2016 pareció dejarlo de lado por la buena sintonía política. El deterioro de la relación lo vuelve a poner sobre la mesa.

Pero lo que Macri obvió es que tampoco los gobernadores de Cambiemos avanzaron con reformas electorales, que la Rosada promovió fuerte a nivel nacional hasta que chocó en el Senado con la negativa del peronismo a avalar el voto electrónico. El Ejecutivo también había reclamado a las provincias que unifiquen calendarios, eliminen listas colectoras y espejo, y avancen con la boleta electrónica, entre otros puntos, pero tuvo poco éxito.

Por caso, en Jujuy y Corrientes, dos provincias gobernadas por Cambiemos, se mantienen vigentes las listas colectoras y espejo, no se avanzó con la BUE y los mandatarios tienen libertad para definir el cronograma.

En el primer caso, el radical Gerardo Morales hizo un amague de reforma y había prometido implementar la BUE, pero nada de eso sucedió. En 2015, el ex senador fue el gran beneficiado del sistema electoral vigente: fue "colgado" a tres candidatos presidenciales y en los cargos provinciales se le adhirieron 187 colectoras. Se espera que este año el panorama en el cuarto oscuro sea similar.

Macri con Colombi, Cornejo y Morales

En el caso de Corrientes, el también radical Ricardo Colombi intentó el año pasado implementar una reforma de la Constitución provincial, pero su único objetivo era que quien sea elegido gobernador este año tenga un mandato de dos años, para armonizar el calendario con el resto de las provincias, según argumentó. En realidad, Colombi tenía como objetivo poder volver a presentarse en 2019, por lo que reforma naufragó.

Al igual que Morales, Colombi usufructuó al máximo el sistema de listas colectoras y espejo en su provincia. En la reciente elección de la capital provincial, la alianza ECO-Cambiemos sacó ventaja con 10 colectoras (contra 2 del peronismo) y 23 boletas en el cuarto oscuro, y antes impugnó en la justicia el voto electrónico que había implementado el PJ. El gobernador, además, jugó hasta último momento con la fecha de las elecciones, que anunció casi sobre el límite legal para hacerlo. En la elección provincial del 8 de octubre, se espera que el oficialismo correntino también cope el cuarto oscuro con varias boletas.

Ayer mismo, Colombi reclamó -en línea con la Casa Rosada- la eliminación de las PASO para cargos nacionales, y también se expresó en contra de la unificación del calendario electoral, porque -argumentó- iría en contra de las autonomías provinciales y municipales: "No queremos imposiciones". Finalmente, expresó dudas sobre el voto electrónico que impulsa Macri y dijo que prefiere la boleta única. "El papel es mucho más seguro", indicó.

De los tres gobernadores aliados a Macri -aparte a Vidal y Larreta-, el único que aprobó una reforma electoral fue Alfredo Cornejo. El gobernador de Mendoza estableció la prohibición de listas colectoras y espejo (aunque con la posibilidad de adhesión en las PASO) y también sanciones para los candidatos testimoniales.

La reforma mendocina da libertad al gobernador y los intendentes a llamar o no a elecciones simultáneas con Nación, aunque establece fechas determinadas para el caso de que las municipales o provinciales no sean el mismo día que la nacional. También estableció la implementación parcial del voto electrónico.

La mayor mancha de la reforma de Cornejo fue que tuvo un unánime rechazo de la oposición y estuvo a punto de caerse. El oficialismo la pudo aprobar gracias al voto doble del presidente de la Cámara de Diputados, en una sesión bastante polémica.