Marcos Peña volvió a cruzarse duro con Axel Kicillof en su informe en la Cámara de Diputados, donde defendió al jefe de la AFI Gustavo Arribas y acusó a los gritos al kirchnerismo de haber cobrado coimas de la constructora brasileña Odebrecht.

"Claramente tenemos una visión opuesta de la economía y vamos a trabajar para que no la maneje nunca más, porque ¡tan mal la manejó!", le replicó el jefe de Gabinete al ex ministro. "Queremos que la economía crezca, genere empleo y vaya camino a la pobreza cero. Lo estamos haciendo", afirmó.

Fue al inicio de su ronda de respuestas a la larga tanda de preguntas de los diputados kirchneristas, siempre acompañadas por diagnósticos agoreros sobre el Gobierno.

"Háganse cargo: son neoliberales, piensan como neoliberales, no tienen que disfrazarse de otra cosa. No mientan más", le había enrostrado Kicillof, robándole el slogan que Peña popularizó en su última visita a Diputados y hasta hizo remera.

"Nosotros tenemos el pensamiento contrario y nos hacemos cargo de las cosas buenas y malas. Son neoliberales y así es como piensan. Por más peinado, por más cambio de look, por más diferentes estrategias usen, es lo mismo", chicaneó, aun furioso por el optimismo económico del jefe de Gabinete en su discurso introductorio.

Al abrir la sesión, Peña dijo que el país lleva "nueve meses de crecimiento formal" y en 2016 alcanzará el 3%, "el más importante desde 2011. Pero es un crecimiento sostenible".

"Desde abril que sube el empleo formal"; "los créditos hipotecarios se multiplicaron por seis"; "tenemos que mejorar la productividad para que haya más empleo"; "Son necesarios acuerdos de productividad como los de Vaca Muerta", fueron otras de sus afirmaciones. Minimizó el endeudamiento externo, "porque en su mayoría es para refinanciar". 

Y si bien celebró el inicio del debate por la ley de defensa de la competencia y la baja de la inflación, admitió que los precios no son los esperados. "Hasta que no cumplamos la meta de un dígito de inflación, no habremos cumplido nuestro objetivo", aclaró.

La primera tanda de consultas fue del oficialismo, una costumbre de las visitas de Peña, pero el plato fuerte siempre es su cruce con el kirchnerismo, que durante una hora lo acorraló a preguntas y protagonizó algunos momentos de tensión.

El mayor fue cuando la camporista Luana Volnovich lo comparó con el ex ministro de Propaganda de Adolf Hitler Paul Joseph Goebbels, autor de la máxima de comunicación: "Repite, repite y algo quedará". La macrista Cornelia Schmidt-Liermann, histórica integrante del grupo de Amistad con Alemania, no soportó la comparación. "¡No te permito!", le gritó de pie.

Peña negó que haya Pymes al borde de la quiebra, reivindicó la reparación histórica a jubilados ("Los que cobraron están mejor") y el blanqueo ("Fue el mejor de la historia"), pero no tuvo respuesta sobre otros consultas de Anses de Juan Carlos Díaz Roig: el supuesto cambio de cálculo para las jubilaciones, denunciado en febrero; y la venta de acciones de las empresas del Fondo de Garantías de Sustentabilidad.

Tampoco le respondió a la tucumana Miriam Gallardo cuando le preguntó el gasto en redes sociales. "Tenemos todo transparente", insistió.

Peña se encendió como nunca para defender al jefe de la AFI Gustavo Arribas, acusado de recibir 850 mil dólares de un cambista preso por el escándalo del Lava Jato en Brasil.

"Los que cobraron las coimas son del anterior Gobierno. No sé si está el diputado De Vido, nunca lo escuché en estos años", ironizó.

"No tenemos nada que ocultar. Traigan toda la información, pero el operativo humo de querer plantear que las coimas las cobró algún pariente de Macri es una patraña. Lo que estamos negociando ante la inacción de Gils Carbó, de reconocida militancia kirchnerista".

No dejó pasar lo que el kirchnerismo le sumara su apellido materno (Braun), un recurso habitual en las columnas dominicales de Horacio Verbitsky en Página 12.

"No sé si es una propuesta de ley que están haciendo, de ponerle dos apellidos, yo con mis hijos lo hice. Pero si creen que es una agresión, no comparto".

"Creo que es un comportamiento inhumano, pensar que una persona está condicionada más por el apellido que por la persona misma. Tengo un enorme orgullo por mi madre, catequista, mi abuelo científico. Y tengo un orgullo de mis 15 años de funcionario, que puedo caminar la calle", se despachó.

Gritó todavía más para desmentirle al mendocino Guillermo Carmona la existencia de acuerdos bilaterales secretos. "Nosotros no hacemos pactos secretos, como el que hubo con Irán", chicaneó. 

Rodolfo Tahilade le hizo escuchar un audio de Jorge Lanata confesando que le recomendó a Macri  encarcelar a Cristina. "Las reuniones con periodistas no deben ser públicas. Pero me sorprenden: la otra vez citaron a Mirtha Legrand, ahora a Lanata", respondió Peña.

Le negó a Mayra Mendoza retrasar políticas de género y reconoció una "diferencia de criterio" en el control de precios de medicamentos, exigidos por la entrerriana Carolina Gaillard. "Para nosotros, lo mejor es la competencia". 

Más peleas

Peña también tuvo sus cruces con el resto de la oposición. Insistió ante Marco Lavagna en que no confía en su proyecto para bajar los precios y menos en que el país colapsará por la bicicleta de financiera.

"No hay seguro de cambio en Argentina. En el último mes, el que apostó perdió", se jactó, en referencia a la última mini devaluación. Nada dijo sobre la abultada deuda cuasifiscal, o sea, la que el Banco Central acumula por vender letras, con el propósito de bajar la inflación. 

"En lo que va del año hay 17 días sin clases en la provincia de Buenos Aires. Yo tuve 28 días en 6 años y con menos recursos. Y sólo les interesa enfrentar a la nena buena (Vidal) y a Roberto Baradel, que no hace mucho para no ser osco", cuestionó Felipe Solá.

"Usted le dice a Massa ‘tribunero' y yo le digo "troller", porque tiene pibes que encima les pagan migajas. Nosotros no nos escondemos para pegar desde el anonimato", se diferenció.

"Usted siempre habla en tono despectivo de nuestro espacio. Le quiero decir que para nosotros no gobernó bien la provincia", le disparó Peña. E insistió en que no financia trolls.

Diego Bossio, del bloque Justicialista, le pidió dejar de discutir el pasado y advertir que "la industria viene cayendo un 2,3% en el primer cuatrimestre" y el salario real no crece el país. "Ningún gobierno como el anterior habló de 2001", le respondió.

La socialista Alicia Ciciliani reclamó que se le acepte un endeudamiento a Rosario para obras "como a la Ciudad de Buenos Aires, que tuvo un 1900% de crecimiento de la deuda".

Araceli Ferreyra, del Movimiento Evita, golpeó bajo: "El grupo Macri es uno de los clientes de su estudio de abogados del procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías. Hay conflicto de intereses", remarcó. El jefe de Gabinete no estuvo de acuerdo.