El gabinete en pleno de Mauricio Macri ingresó en la noche del martes en operaciones para tratar de consensuar una nueva ley de reforma del impuesto de Ganancias de “acuerdo nacional”, o más modestamente, que al menos contenga al grueso del peronismo, a Sergio Massa y a la CGT.

Una hábil jugada le permitió a la administración de Macri salir de las cuerdas, pero el riesgo está lejos de disiparse. La Casa Rosada, al parecer bien asesorada por el salteño Juan Manuel Urtubey, decidió en silencio el lunes por la noche enviar el proyecto aprobado por Diputados, sólo a la comisión de Presupuesto. Se trata de una facultad de las autoridades de la cámara -en manos de Cambiemos- decidir a cuantas comisiones se gira.

En esa comisión están sobre-representadas las provincias mineras del Norte, que eran las más reacias a votar la reforma porque les ponía en crisis inversiones anunciadas, como anticipó LPO. Acaso ese haya sido el Talón de Aquiles que no vio la oposición en Diputados. Gravar a las mineras les enajenó a esos gobernadores.

Pichetto le puso un revolver en la cabeza al Gobierno de Macri: Les avisó que tenían plazo hasta este miércoles al mediodía para acordar una ley de acuerdo nacional de Ganancias con la CGT, los gobernador y Massa.

Urtubey tiene en la comisión de Presupuesto que conduce Abal Medina dos senadores: su hermano Rodolfo y su primo Mera. Uno de Salta y otro de Catamarca. Urtubey apuesta al litio y Catamarca vive del oro.

La comisión de Abal Medina no consiguió así sacar dictamen, pero el jefe de bloque Miguel Angel Pichetto, elaboró una jugada propia de advertencia.

El rionegrino se reunió hoy con Gerardo Morales, Juan Schiaretti y el senador Julio Cobos, que como adelantó LPO se puso al frente del tema y generó rispideces con la Rosada. Allí, Pichetto les contó a sus invitados que había hablado con Frigerio y con Emilio Monzó y que les había transmitido una frase de Leopoldo Marechal: "De los laberintos se sale por arriba".

El jefe de bloque del FPV se refería a que Macri debe convocar a un acuerdo nacional, lo que el Gobierno intenta hacer esta noche. En este contexto, advirtió a la Casa Rosada que tiene plazo hasta mañana para consensuar un proyecto o en caso contrario, podrían presentarse varios dictámenes, incluido uno de minoría que elabora Urtubey. 

Si eso ocurre, se podría aprobar por simple mayoría en el recinto la semana que viene. Es decir, el Gobierno sufriría una derrota total y tendría que jugarse a suerte o verdad por el dictamen de Urtubey, lo que por estas horas era considerado el plan B si no avanza el proyecto consensuado con gobernadores.

Urtubey, Abad y Abal Medina, este martes en el Senado.

Télam

Por eso, esta noche, Mario Quintana y Jorge Triaca negociaban frenéticamente con la CGT en el gremio de la Sanidad; mientras Rogelio Frigerio –el héroe del día para el macrismo- seguía tejiendo con los gobernadores y senadores peronistas y se establecía además una línea de negociación con Massa. En medio de las negociaciones, el presidente Macri apuró un gesto a los gremios y firmó esta tarde el decreto por el que se exime de manera parcial el pago del impuesto a las Ganancias del medio aguinaldo correspondiente al mes de diciembre, lo que será publicado mañana en el Boletín Oficial.

Frigerio fue quien logró atraer el apoyo activo de la mayoría de los gobernadores peronistas, que hasta su aparición apenas pasaban del plano retórico, consiguió que ministros de economía de 22 provincias firmaran un documento solicitando al Senado tiempo para negociar la reforma.

En esa reunión aclaró que el nuevo proyecto sobre Ganancias, que entraría como dictamen de Urtubey, puede ser diametralmente opuesto al enviado por el Gobierno a diputados, excepto en algo: que el costo fiscal no exceda los 35 mil millones de pesos. 

"El Gobierno cometió errores, pero eso no justifica rechazar la lícita idea de parar la pelota y que se discuta este proyecto en una mesa que estemos todos", dijo el ministro del Interior, que trabajó uno a uno el consenso para sacar el comunicado.  Uno de los errores que admitió es el de no haber discutido el proyecto previamente con la CGT.

Frigerio les aseguró a los funcionarios provinciales que Macri no vetaría la ley por más que saliera sin cambios, aunque sí realizaría algunas correcciones, como con las Lebac.

El ministro del Interior desdibujó completamente a su par de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay y a su secretario de Hacienda, Gustavo Marconato, que pese a que encabezan el Consejo de Responsabilidad Fiscal, ni aparecieron esta tarde por el Salón de los Escudos de la Rosada. Lógico: los ministros de Economía de las provincias cuestionan a Prat Gay y a Marconato, por ni atender los teléfonos.

Luego Frigerio pidió al aparato de comunicación del Gobierno que al menos por las próximas 24 horas no hostigaran a Massa. "Lo vamos a necesitar en Diputados si hay acuerdo", advirtió.

Si todos los sectores que está abordando la Casa Rosada se ponen de acuerdo, habría sí un dictamen de amplia mayoría –Cambiemos más el peronismo más Massa-, que rápidamente podría aprobarse en el Senado y luego en Diputados y convertirse en ley.

Esto encendió las alarmas de sectores a los que se les había pasado el susto, como el juego, que logró en Diputados atenuar el impuestazo y ahora que esta todo de nuevo en discusión, no tiene claro si saldrá de su lado lo que eventualmente dejen de poner las mineras.