En un acto nada más que simbólico, hoy presidenta, Cristina Kirchner, volvió a prorrogar las deudas de 17 provincias con la Nación, provincias que han dejado de reclamar los recursos que legítimamente le corresponden, para someterse frente al gobierno federal mientras en sus jurisdicciones la presión impositiva se hace sofocante para los contribuyentes.

Juan Bautista Alberdi decía que "el despotismo republicano ha heredado el precepto de Maquiavelo de dar al pueblo cien fiestas en cambio de cada libertad que se le arranca”.

A la provincia de Buenos Aires le faltan un sin número de libertades basadas en la falta de gestión.

Y le sobran fiestas.

Antonio Margariti en su libro de 2004, “Impuestos y Pobreza”, calcula la presión impositiva en Argentina total para cinco casos:

1- Para un obrero asalariado con sueldos bajos los impuestos totales serían un 33,5% de sus ingresos.

2- Para un Profesional Independiente con ingresos medio-bajos, el total de impuestos alcanza al 41,3% de sus ingresos.

3- Para un empresario mediano la presión impositiva resultante dio 51,8%.

4- Para un alto ejecutivo el resultado arrojó 53,9%.

5- Para la clase alta rica a presión impositiva desciende al 39,4%.

Pero aclaran que esto es “sin considerar a los recursos de la Seguridad Social”.

Como todos sabemos la provincia de Buenos Aires en la que mayor presión impositiva ejerce sobre los contribuyentes.

Ahora bien, esa presión; ¿ha significado al menos que en los datos comparativos, la recaudación 2013-2014 siguiera el indicador inflacionario?

La respuesta es no, y teniendo en cuenta que el Impuesto a los ingresos brutos, atado a la actividad económica es el principal componente de los recursos provinciales, llegando casi al 69 % del total recaudado tenemos que decir que en el periodo 2013-2014 , la recaudación creció un 28% , es decir el gobierno que Buenos Aires paso de recaudar $ 67 Mil millones a $ 88 Mil millones, muy por debajo de la pauta inflacionaria de ese periodo que ninguna consultora privada y aun las mediciones provinciales coloca debajo del 35%.

Ese impuesto a los ingresos brutos paso de $49 mil millones a $67 mil millones, en el período anual mencionado, pero como dijimos es un impuesto que lleva consigo un círculo virtuoso de por sí atado a los precios y que contrasta claramente cuando analizamos los impuestos patrimoniales.

El impuesto inmobiliario practicamente se mantuvo en las mismas cifras del 2013 en todas sus categorías, es más en el caso del inmobiliario baldío y a pesar de los revalúos el mismo descendió.

El total de las partidas correspondientes a inmuebles, baldíos e inmobiliario rural apenas significa una décima parte de lo que se recauda por ingresos brutos, el total de la recaudación por ese impuesto ascendió en 2014 a $ 5,3 mil millones cuando en el 2013 fue de $ 5.2 mil millones.

Las patentes siguieron la suerte de la crisis automotriz , muchas veces negadas con el gravante que la valuación fiscal de los vehículos se actualiza automaticamene, dado lo cual al menos deberían haber seguido la suerte de los precios, pero en este caso apenas alcanza el 30% de incremento interanual.

Lo mismo ocurrió con el impuesto a los sellos, vinculado a las escrituraciones de propiedades, contratos, etc.

Así se elige este camino de la presión impositiva por sobre la recuperación de lo que a los bonaerenses nos corresponde, un solo dato demostrativo, nuestra provincia en el año 2002 recibía el 10 % de impuestos a las ganancias que en aquel entonces significaba $ 650 millones de pesos, hoy seguimos recibiendo la misma cifra, pero la realidad indica que ese monto la Nación lo recauda en un solo día.

Santa Fe y Córdoba han elegido otro camino el de reclamar ante la Corte, nuestra provincia sigue el rumbo “de cazar en el zoológico”, es decir cobrarla cada vez más a los mismos contribuyentes.