 | Estamos ante algo tan sencillo como necesario en un momento donde se baraja un nuevo paÃs: comunicar las buenas noticias de manera contundente. |
Si lográs reabrir las puertas de Cresta Roja, reincorporar a 1300 operarios tras su quiebra en Diciembre pasado y eso tiene menos repercusión que un tweet de Brancatelli, no estás comunicando distinto, estás comunicando mal.
Si logras salir del default luego de 15 años con muñeca polÃtica y la gente no alcanza a entender que eso implica volver al mundo, no estás comunicando distinto, estás comunicando mal.
Si hacés un ajuste de tarifas necesario para recuperar las inversiones energéticas y el encargado de transmitirlo es Aranguren, que tiene menos sensibilidad que una lija, no estás comunicando distinto, estás comunicando mal.
Si tenés a una ex Presidenta procesada haciendo un stand up comedy en Comodoro Py y tu forma de contrarrestar es exponerlo a Mauricio Macri en cadena para que los canales lo saquen del aire y prefieran seguir con la escena dantesca, no estás comunicando distinto, estás comunicando mal.
Si te vas a oponer a frenar los despidos porque eso atraerÃa menos inversores que los que van a Uganda y te hace frente un necesitado de cámara como Sergio Massa, está claro que no estás comunicando distinto, lo estás haciendo mal.
No estamos ante la disyuntiva de seguir con las cadenas nacionales o prender un sahumerio y dar mensajes de amor. Estamos ante algo tan sencillo como necesario en un momento donde se baraja un nuevo paÃs: comunicar las buenas noticias de manera contundente.
Eso es innegociable frente a un peronismo eternamente agazapado. Asà que a bancarse las crÃticas muchachos. Si algo no se está haciendo bien, hay que mejorarlo. Punto. No es el fin del mundo. Eso es lo que nos hace distintos.
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Su rubro lo hace pensar en la forma y los recursos que se usan para comunicar, no para testear si el producto a vender es realmente bueno. A un publicista se lo contrata para vender no para hacer pruebas de calidad de una mayonesa.
Para que alguien pueda considerar, valorar y adherir a algo "bueno" que haga el gobierno, debe poder verlo, comprenderlo, experimentarlo en su cotidianeidad. Si le dicen que todo va bárbaro pero su realidad y la que lo rodea va de mal en peor y el ánimo está debajo de la lona... No hay estrategia de marketing posible. Ahora, si se banca el ajuste y simultáneamente ve que se hacen cosas concretas por los más necesitados, por ejemplo, podrá experimentar alguna adhesión, aún a regañadientes.
De todos modos hay un acontecimiento construido. Si Marquitos Peña se maneja tan mal, es porque cree (y alguien le da el aval) de que se pueden construir mensajes personalizados para cada usuario o consumidor, como los que una empresa suele pensar en su estrategia de márketing.
En la medida en que se siga pensando asi, no solo no van a generar imagen positiva, sino que además generarán muy alto rechazo, aunque la política comunicada sea positiva.
Ejemplo: van a otorgarle a las universidades públicas un subsidio de cientos de millones de pesos...y nadie se dio por enterado.