A pesar de que las elecciones legislativas fueron hace apenas dos meses, Sergio Massa va delineando su carrera hacia el 2015. El plan incluye un fuerte posicionamiento en el interior y para ello el líder del Frente Renovador ya prevé dos fases con dos actores fundamentales: los intendentes y los gobernadores.

Massa estuvo ayer en la ciudad de Paraná donde prácticamente jugó de local. Hizo caminata por la peatonal acompañado por el ex gobernador Jorge Busti y su esposa la diputada nacional elacta Cristina Cremer. También lo acompañaron los ex gobernadores Mario Das Neves y Felipe Solá, el economista Miguel Peirano y la diputada nacional Mirta Tundis.

En el entorno del ex jefe comunal de Tigre quedaron impactados por la buena recepción que tuvo Massa. En tierras que domina Sergio Urribarri, Massa no paró de sacarse fotos, firmar autógrafos y de recibir muestras de cariño de los paranaenses.

“Parecía una estrella de rock”, señalaban asombrados algunos de los asistentes.

El envión de las elecciones será aprovechado para continuar con las recorridas por el interior al menos hasta mediados de 2014. Los primeros apuntados por Massa serán los intendentes de las capitales o las ciudades importantes de las provincias.

Los esquemas provinciales de poder funcionan más o menos de la misma forma en el Interior: los intedentes de la capital provincial son el segundo escalón de poder. Y por ellos va Massa, tal como sucedió con el intendente de San Fernando del Valle de Catarmarca, Raúl Jalil.

Luego, a partir del segundo semestre del año que viene será el turno de los gobernadores. En el entorno de Massa creen que los mandatarios provinciales necesitan de tiempo para madurar la idea y dar el salto.

El líder del FR, lejos de pedir una definición temprana, quiere crearles a los gobernadores la menor cantidad de problemas y sabe que si alguno confirma su salida del kirchnerismo sufrirán los embates de la Casa Rosada.

El mejor ejemplo es Catamarca: Luego de la confirmación del nuevo alineamiento de Jalil, la propia gobernadora Lucía Corpacci le pidió a Massa -a tarvés d eun enviado de su confianza- que no haga un show del tema. Le rogó que no prepare conferencia de prensa o acto en Catamarca porque eso la hubiese obligado a posicionarse y a tener que declarar en contra del tigrense, algo que la mandataria no desea.

De hecho, los otros gobernadores kirchneristas tampoco salen a enfrentar en los medios a Massa, tal vez especulando con el futuro. Todo lo contrario: lo que reina es el silencio.

El otro dato de la madurez que va ganando el armado de Massa es la reacción de sus aliados luego del reparto de autoridades en la Cámara de Diputados. En el círculo íntimo del flamante jefe del bloque del Frente Renovador, Darío Giustozzi, quedaron sorprendidos por la generosidad del tigrense porque “dejó contentos a todos”.

Muchos especulaban con que Massa impusiera algún nombre sobre otro pero el reparto fue equitativo.“No te da razones para que te vayas de al lado de él”, admiten en el entorno de Giustozzi.