En otra muestra más sobre el poder que le confirió Cristina Kirchner, Jorge Capitanich no perdió su presencia en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y le cedió su lugar de director a s u mano derecha, Néstor Avalle.

Avalle es un viejo ladero de Coqui. Periodista de profesión, lo conoció cuando trabajaba en diario de Chaco y se mudó a la Capital para ser su vocero en el Senado de la Nación.

Como todos los que escoltan al chaqueño, aceptó su personalismo, que impide a alguien destacarse sobre su figura. Pero pudo convertirse en un asesor con más funciones que la prensa.

Ya en la gobernación de Chaco tuvo a su cargo la pauta publicitaria, pero sólo por un tiempo. Meticuloso, Capitanich prefirió luego darle esa responsabilidad a Pedro Miró, subsecretario Legal y Técnico de la provincia, un “Zannini” de Coqui.  Pero Avalle no perdió peso ni mucho menos: Capitanich lo puso de vocan en la Lotería provincial. 

El flamante director del Afsca fue el primer coquista en aterrizar en Buenos Aires porque el gobernador en uso de licencia todavía no pudo definir su equipo de trabajo. Allí deberá estudiar el plan de adecuación de medios propuesto por el Grupo Clarín y la reciente compra de Telecom por parte del Grupo Fintech, dueño del 40% de Cablevisión. 

Según pudo saber LPO, hasta ayer los funcionarios de la jefatura de Gabinete que trabajaron junto a Juan Manuel Abal Medina no sabían cuál sería su futuro. La mayoría pertenece a La Cámpora y llegó de la mano de Máximo Kirchner.

Entre ellos están los del área de medios. Uno de ellos es el subsecretario de Comunicación Pública, Rodrigo Rodríguez, encargado de monitorear la pauta publicitaria. Su ventaja es que el jefe directo es Alfredo Sccocimarro, quien además es vocero personal de Cristina. También es una incógnita el futuro del jefe de la Agencia Telam, Santiago "Patucho" Alvarez.