La detención del jefe de Lucha contra el Narcotráfico, Rafael Sosa, y otros policías está desatando un escándalo político en Córdoba. Es que mientras la oposición provincial respalda al fiscal que lleva adelante la investigación contra los uniformados, desde el gobierno de José Manuel De La Sota denunciaron que se trata de una operación del kirchnerismo y de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

Sucede que el juez Alejandro Sánchez Freytes, a pedido del fiscal Enrique Senestrasi, ordeno la captura de cinco policías acusados de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideo¬lógica.

Entre ellos se encuentra el titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico y comisario general, Rafael Sosa, que se encuentra de
licencia. Además, fueron detenidos el comisario Alfredo Saine, y los oficiales Franco Argüello, Fabián Peralta Dáttoli y Mario Osorio.
Según Senestrasi, los policías armaron procedimientos truchos y además tenían varios negocios con narcotraficantes. Además, Sosa es investigado por su participación en el secuestro extorsivo de Eugenio Viano, un empresario de la noche cordobesa.

La acusación hacia los policías surgió de la declaración de un agente encubierto, investigado también por narcotráfico. Anoche, los cinco policías se entregaron en los Tribunales federales de la capital provincial.

Según señaló el fiscal, “había estupefacientes en la Dirección de Drogas en condiciones absolutamente ilegales y eso avala la idea de que tenían estupefacientes ahí de modo irregular”.

“Eso permite pensar que puede ser cierto que la tenían para cargar a personas que quisieran comprometerlas. Tenían armas con numeración limada que no estaban en una habitación de secuestro con el acta correspondiente, sino tiradas en las oficinas de Drogas", agregó Senestrasi, según señala el diario La Voz del Interior.

Reacciones del delasotismo

Inmediatamente después de las detenciones, desde el gobierno de De la Sota salieron a respaldar a su jefe de Narcotráfico. El presidente de la bancada del delasotismo en la Legislatura cordobesa, Jorge Busso, brindó una conferencia de prensa junto al resto de los legisladores oficialistas, en la que apuntó contra el fiscal y dijo que “se presta a una burda maniobra” del kirchnerismo.

“Denunciamos las actitudes políticas y militantes que tiene el fiscal Senestrasi, quien antes reconocía el prestigio de la Policía de Córdoba, la usaba para investigar, y ahora es miembro de Justicia Legítima y actúa a las órdenes de la procuradora nacional Alejandra Gils Carbó para desprestigiar a la Provincia”, dijo Busso aunque desligó al juez Sánchez Ferytes.

Esta mañana, el jefe de Gabinete, Oscar González, intentó bajarle el tono a las declaraciones de Busso y dijo que el gobierno cordobés "va a dejar que actúe la Justicia".

Reclamo de la oposición

En tanto, desde la oposición salieron a pedir la renuncia del jefe de la policía, Ramón Frías, y del ministro de Seguridad, Alejo Paredes, que también fue uniformado.

Anoche, apenas concretadas las detenciones, el Frente Cívico intentó aprobar un proyecto para que Paredes baje a dar explicaciones sobre el caso aunque el oficialismo lo frenó. El lunes, senador Luis Juez se reunió con Senestrasi para darle su respaldo. Según sospechan en el juecismo, el delasotismo busca apartarlo.

En tanto, el delasotismo tenía pensado aprobar un repudio a las detenciones pero quedó en la nada.

“La defensa del gobierno provincial no parece una mediocridad frente a la crisis institucional y la Provincia sólo debe prestar colaboración. Pero también hay algo más grave, que es que el jefe de policía, frente a 200 uniformados, cuestionó la investigación y rompió la cadena de confianza”, le dijo a LPO la titular del bloque juecista, Liliana Montero.

Es que el propio Frías había acusado al fiscal por la muerte de Juan Alós, un uniformado del área de Narcotráfico que fue hallado con un disparo en la cabeza. Este policía había sido nombrado por el agente encubierto en un una entrevista.