Al mal momento de precios que está atravesando actualmente la ganadería argentina se le fue sumando en los últimos días un factor adicional que muy pocos productores, funcionarios y técnicos especialistas tuvieron en cuenta.

Se trata de la notable crecida que viene registrando el río Paraná y que afecta a muchas localidades productivas ubicadas sobre el margen este de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa.

Según un relevamiento realizado por La Política Online, en dichas provincias hay unas 5 millones de cabezas de ganado en riesgo por las inundaciones, sobre un total estimado en alrededor de 50 millones de animales en todo el país (datos del Senasa).

Una de las zonas más comprometidas es la localidad entrerriana de La Paz en donde los productores de mayor escala ya pudieron realizar en tiempo y forma los trabajos de traslados de parte de la hacienda en barcazas hacia regiones más altas y seguras.

Pero otros ganaderos más pequeños no pueden afrontar los gastos que implica el movimiento de hacienda. “Hay mucha preocupación por ellos porque la situación se complicó en pocos días”, comentó a este medio el consignatario, Ramón Leonarduzzi.

En este sentido, según explicó el especialista, las opciones para poder afrontar la crecida del Paraná son básicamente dos: o recurrir a un corral de engorde (feedlot) o bien a vender -a cualquier precio- la hacienda retirada de las zonas afectadas.

La cuestión es que la gravedad de la situación actual es tan grande que el mercado ya comenzó a hacerlo sentir en los precios. En el Mercado de Liniers, por ejemplo, los valores de las principales categorías de hacienda registraron bajas esta semana.

Ocurre que se está volcando una mayor cantidad de animales a faena permitiendo a los frigoríficos trabajar con mayor comodidad (en la jornada de este jueves se vendieron más de 3000 animales en la plaza porteña cuando por lo general ese día no hay ventas).

“Necesitamos un plan de contención urgente porque de lo contrario iremos a la desaparición de más productores y nuevamente a la caída del stock ganadero”, advirtió Martín Spada, director de la Comisión de Ganadería de Federación Agraria (FAA).

“Más de un 10 por ciento del rodeo nacional está en riesgo y el ministro de Agricultura (por Norberto Yauhar) sigue sin ponerse al frente del problema”, apuntó Spada, y agregó que “reclamamos urgente asistencia para los inundados”.

En este contexto, y como si fuera poco, las proyecciones no son para nada alentadoras. En la zona de las islas entrerrianas, por ejemplo, se proyecta que la cota del río llegue a los 6,20 metros el 18 de julio.

Cabe recordar que el nivel de alerta máximo (evacuación) establecido por Prefectura Naval Argentina es de 6.15, 5.70 y 5.50 metros para La Paz, Santa Fe y Diamante, respectivamente.

Por último, Ángel Girardi, presidente de la Asociación de Productores de Carne Vacuna Argentina (Aprocaboa), dijo que “al tener cerradas las exportaciones se hace muy difícil colocar todo el excedente de hacienda a precios razonables”.