Hace unos días atrás se supo públicamente que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, impidió a mediados del pasado mes de mayo que un molino argentino importe trigo proveniente de Uruguay para abastecerse de harina.

La Política Online dialogó con el consultor uruguayo que reveló la operación. Se trata del reconocido analista de mercados, Eduardo Blasina, quien en una entrevista desde Montevideo contó con lujo de detalles cómo fue el freno que aplicó Moreno.

“Era un negocio que ya estaba cerrado entre privados (uno argentino y otro uruguayo) que consistía en importar 25.000 toneladas a un precio de u$s 300 por tonelada puesto en el puerto de Nueva Palmira con destino a Buenos Aires”, señaló Blasina.

“Estaba todo listo hasta que los directivos del molino argentino llamaron a la Secretaría de Comercio para tramitar la autorización”, relató el consultor, y agregó que “fue ahí cuando Moreno le dijo textualmente al presidente: ‘ni en pedo te autorizo’”.

En el mercado triguero sostienen que la razón por la cual Moreno prohíbe la importación de trigo es política dado que importar un alimento básico que escasea en el mercado interno es una medida que utiliza cualquier gobierno en el mundo.

“Supongo que el Gobierno argentino quiere evitar la tapa de los diarios porque quedaría en evidencia que su política fracasó. De todas maneras no debería ser tan grave: EE.UU. importó maíz siendo el máximo productor mundial y a nadie le afectó”, dijo Blasina.

Luego del “NO” de Moreno la historia ya es conocida: la operación se frenó y se le impidió al molino abaratar costos. La cuestión es que la empresa local que solicitó la importación es nada menos que Lagomarsino S.A., una de las firmas más importantes del sector molinero.

Justamente esa empresa fue noticia esta semana cuando un grupo de obreros tomó la planta que posee la compañía en la localidad de Isidro Casanova ante la amenaza directa de cierre por parte de los máximos directivos.

En este contexto, la idea de la empresa al intentar importar trigo del Uruguay era hacerse de la materia prima a un costo notablemente inferior al que podía conseguir en la Argentina, en donde el producto escasea y el precio tocó niveles récords históricos.

Para tener una idea, en el vecino país podía comprar en ese momento las 25.000 toneladas de trigo a un valor de 300 u$s por tonelada más u$s 50 por tonelada de flete, mientras que aquí debería haber abonado casi u$s 500 por tonelada.

En este sentido, Blasina contó además que “en Uruguay permanentemente hay sondeos de precios de molinos argentinos para importar trigo; pero después del caso Lagomarsino no creo que nadie se atreva a hacer el intento nuevamente”.

En tanto, en la campaña 2012/13 la cosecha de trigo uruguaya fue de 1,5 millón de toneladas. Es decir, el saldo exportable del país oriental en este ciclo es de 1 millón de toneladas (el consumo interno no supera las 500.000 toneladas).

A la fecha en Uruguay -donde no hay retenciones- existe un saldo exportable de trigo de unas 400.000 toneladas. “Calculamos que puede haber 100.000 toneladas de trigo de calidad panadera que pueden interesarle a la Argentina”, dijo el especialista.

Yauhar versus Mesa de Enlace

Como sea, lo cierto es que el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, y la Mesa de Enlace siguieron tirándose dardos durante la jornada de este jueves por la posibilidad de que el país importe trigo.

“Está completamente asegurado el pan y la harina en la mesa de los argentinos. La propia cadena triguera lo ha garantizando”, aseguró Yauhar al salir de una reunión con representantes de Argentrigo y la Federación de la Industria Molinera (FAIM).

“No es necesario importar trigo, porque hay stock suficiente. Inclusive tenemos una reserva de 500 mil toneladas que se utilizará el año que viene. Por eso, no hay razón alguna para que falte trigo para la molienda”, añadió el funcionario.

El ministro de Agricultura, y ahora candidato a diputado nacional por el kirchnerismo en Chubut fue más allá: “Si el clima nos acompaña, en la próxima campaña estaremos nuevamente en un promedio de 12 millones toneladas”, proyectó.

La respuesta por parte de las entidades rurales no se hizo esperar. La Sociedad Rural (SRA) lamentó que “se confunda a la opinión pública y no se tomen medidas necesarias para sortear, de una vez por todas, el grave escenario de la producción de trigo”.

“Antes de la intervención del mercado por parte del Gobierno producíamos 16 millones de toneladas; nunca faltó pan a precios de la canasta familiar y exportábamos generando divisas”, sostuvo la entidad que preside Luis Miguel Etchevehere.

El presidente de CRA, Rubén Ferrero, también salió con los tapones de punta a cruzar a Yauhar: “Es consecuencia de la tozudez de esta política errada. Esto que ocurre lo venimos pronosticando desde fines de 2005”, disparó.