Nicolás Fernández volvió a dar la cara a pocos días del cierre de listas luego de dos años de ostracismo que le siguieron a más de una década como ladero de Cristina Kirchner en el Congreso.

En 2011 sorprendió que no apareció en la lista y luego se recluyó en Caleta Olivia, donde llegó a decir que nunca más hablaría de política.

Sin embargo, decidió darle una entrevista al diario Perfil donde negó por completo haber tenido alguna relación comercial con los Kirchner, aunque se mostró lejano a su coterráneo Cristóbal López, el empresario preferido de Cristina.

“A Lázaro Báez, por ejemplo, no lo conozco personalmente. A Cristóbal López lo conozco porque lo he demandado cuando ejercía la profesión (abogado laboralista). Tengo de Cristóbal López la idea de un empresario que defendía la imagen de su empresa en forma personal. Así lo conocí.

Luego fue creciendo su vinculación con la provincia a través de su relación con Casino Club y el trato personal, a raíz de ser un empresario de la región.

Personalmente lo conozco por haber viajado en el mismo vuelo, ya que a Caleta Olivia había dos vuelos”, dijo Fernández a Perfil.

El ex senador atribuyó su salida al armado de listas de La Pampa, donde no logró convencer al senador Carlos Verna de ser candidato a gobernador. Verna no aceptó que la lista de diputados la integre la camporista María Luz Alonso.

“Ella lo atribuyó al armado de listas en La Pampa. Me dijo que debería haber hecho cosas que nunca me dijeron que hiciera. Yo le respondí que no había armado las listas”, dijo Fernández.

Reconoció que fue quien acercó al gobierno a Lorenzetti para que postulen a la Corte Suprema que hoy preside y no para simpatía del Gobierno.

“Lorenzetti me honra con su amistad. En el ejercicio actual de la profesión no tengo ningún trámite cerca de la Corte ni por llegar, ni nada”, aclaró.

Pero no dejó dudas sobre su rechazo a la reforma judicial. “Yo no creo que la democratización de la Justicia sea por la selección popular de los consejeros”.

“Estoy en contra de la judicialización de la política y de la politización de la Justicia. La República debe tener o estar sostenida en tres patas: el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, desde Roma hasta la fecha”, concluyó.