Tras meses de tranquilidad, la violencia volvió a golpear a Famatina, la ciudad de La Rioja en la que el año pasado los vecinos se opusieron a la instalación de una minera y lograron torcer la voluntad del gobernador, Luis Beder Herrera.

Esta tarde, el gobernador tenía previsto asistir a la ciudad para participar de la asunción de las nuevas autoridades del PJ local y los vecinos que cortan el ingreso al cerro Famatina bajaron de la montaña para esperarlo con un acto de repudio local.

Beder Herrera envió la infantería ayer pero decidió no ir. La seguridad fue extrema: el gobernador envió 300 efectivos de la policía provincial, incluidos unos 30 del grupo especial BAO, que cercaron el pueblo como antes se había hecho en Pituil, otra localidad del mismo departamento.

Además, un puesto de control de Gendarmería Nacional en el puente sobre el río Capayán impedía que los vecinos de Chilecito se trasladen a Famatina.

Con ese respaldo viajaron funcionarios y militantes de la capital, quienes tras participar del acto fueron a buscar a los vecinos a la plaza.

“Nos empezaron a apedrear, lastimaron un montón de gente y luego vino la infantería a tirarnos gases lacrimógenos. Nos tiraron a medio metro, nos lastimaron y hasta se llevaron a chicos detenidos”, relató a LPO Marcela Crabbe, una de las líderes de la protesta.

“Durante el acto cantaban que iban a matar al cura (Omar Quinteros) y al intendente (Ismael Bordagaray)”, dos que se opusieron a la minera. “Hasta el intendente está herido y nos dijo que la represión fue por orden del gobernador”.

Los propios vecinos hicieron circular fotos tomadas en la mayoría de los casos con teléfonos celulares, donde puede verse que entre quienes tiraron piedras y comenzaron el enfrentamiento después del mediodía hay incluso funcionarios del gobierno provincial.

Entre ellos pudo identificarse al director del hospital de Campana y Pituil, pueblos del departamento Famatina, cuyo nombre no trascendió.

"No tuvimos nada que ver"

A través de un comunicado oficial distribuido entre algunos medios locales, el gobierno riojano dijo que hoy asumieron las autoridades partidarias de Famatina.
"En ese marco, asambleístas se concentraron en las afueras del lugar y arrojaban huevos a todos los dirigentes que ingresaban", se consignó en un parte de prensa.

Una vez que terminó el acto, dice el gobierno, "se produjo un enfrentamiento entre las dos partes. Debió intervenir la policía para desconcentrar el lugar y evitar heridos. 5 personas fueron detenidas por arrojar piedras de gran tamaño a las personas que salían del acto".

Sin embargo, el comunicado reconoce el enfrentamiento entre ambientalistas y militantes del PJ local sólo que atribuye a los primeros la provocación y hasta citó declaraciones de una mujer que acusa al intendente. 

"Cecilia Ahumada, de 39 años de edad, madre de 2 hijos, dijo tras los incidentes \'sentir pena y tristeza por lo que nos hizo esta gente (por los antimineros), fuimos a un acto partidario y nos atacaron con piedras y elementos contundentes\'".

"La mujer responsabilizó al intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, como quien ampara a la mayor parte del pueblo, que se opone a las políticas mineras de Herrera", señaló el comunicado del gobernador.