La tragedia de La Plata comenzó a golpear los planes electorales del kirchnerismo, tal como anticipó ayer en exclusiva LPO. El deslucido trabajo del Ministerio de Desarrollo Social y los insultos que recibió Alicia Kirchner -única candidata de la Rosada a la vista- después del temporal pusieron en duda que la hermana de Néstor encabece la lista de Diputados por la provincia de Buenos Aires.

Como adelantó ayer este medio, en el kirchnerismo comenzaron a preguntarse si no es demasiado riesgo llevar a una elección al mismo rostro que los vecinos de Tolosa insultaron tras el temporal. Con el agravante que Alicia nunca superó el techo de 32 puntos, ni en los mejores momentos del kirchnerismo.

Ante esa realidad, el Gobierno ya comenzó a desandar la candidatura de Alicia ante la posibilidad cierta que pierda la elección ante Francisco de Narváez que esta logrando polarizar con el kirchnerismo d ela mano de su acertada campaña "Ella o Vos".

El vacío enorme que deja la ausencia de Alicia, llevó a secrtores del kichnerismo duro a proponer la candidatura testimonial de la propia Cristina Kirchner para las legislativas de octubre.

La propuesta surge del seno de uno de los movimientos sociales con mayor poder territorial en la Provincia. La lectura es clara: El kirchnerismo carece de candidatos propios de peso en esta elección, en la que s ejuega nada menos que el futuro de ese movimiento. Si caen derrotados en la provincia de Buenos Aires no habrá ninguna chance de reelección para Cristina.

"Una candidatura testimonial de Cristina sería en rigor un plebiscito sobre su reelección", confesó a LPO un kirchnerista, que parece sintonizar con el espíritu de esa fuerza de fugar hacia adelante ante cada adversidad.

El operativo para bajar a la hermana del ex presidente comenzó hoy en Página 12 y buscó apelar a una excusa pueril. Horacio Verbitsky afirmó en su columna de hoy que Alicia carece de posibilidades legales para ser candidata en Buenos Aires. “Alicia Kirchner nunca fijó domicilio en la provincia, por lo que no será candidata en ese distrito”.

En rigor, la legalidad del domicilio puede considerarse como el último de los impedimentos a la hora de determinar una candidatura. Los partidos políticos en general -y el peronismo en particular- se ha jactado a lo largo de la historia electoral de mostrar permisividad en ese sentido, en connivencia con la Junta Electoral.

La opción Massa

La candidatura testimonial de Cristina dificilmente avance porque sometería al Gobierno a un riesgo altísimo ¿Qué sucedería si pierde frente a De Narváez?.

La jugada cantada sería ofrecer ese lugar a Sergio Massa, que sigue siendo el dirigente con mayor intención de voto en la provincia. Sin embargo, algún tipo de tara ideológica o simples rencores personales están trabando esa solución.

La propia Cristina graficaba la situación a un importante dirigente del peronismo bonaerense, con el que habló días atrás: “La situación es esta: Scioli no va a ser nuestro candidato porque yo no quiero y Sergio (Massa) no va a ser nuestro candidato porque no pasa por acá”, dijo señalando con el dedo a su alrededor. Hacía referencia a Carlos Zanini y La Cámpora.

De manera que no le quedan muchas opciones al gobierno para presentar un candidato competitivo en el territorio que concentra el 40 por ciento del electorado nacional.

Si no es Cristina ni Massa, no sería extraño que el kirchnerismo vuelve a posar los ojos sobre Daniel Scioli, con la fantasía de matar dos pájaros de un tiro: Aprovechar su buena imagen y sacarlo de la gobernación. Esa opción hoy aparece improbable.

El Gobernador negó en varias oportunidades la posibilidad de ser candidato en octubre. La última fue el domingo pasado en una entrevista con el diario Tiempo Argentino: "En ese momento (2009) hubo circunstancias muy particulares en las que el ex presidente Néstor Kirchner pensó y planificó una estrategia electoral para defender el proyecto", dijo Scioli al rechazar una nueva candidatura testimonial.