Cristina Kirchner sorprendió hoy a propios extraños al realizar dos movimientos pocos usuales, que revelan que mantiene intactos sus reflejos políticos. Ante el drama profundo de las inundaciones en La Plata que ya se cobraron 48 víctimas, no dudó en aterrizar en medio de la localidad de Tolosa para un cara a cara con los vecinos y después acercarse a la gobernación para hablar con el propio Daniel Scioli.

El acercamiento comenzó a gestarse anoche, cuando arribaron a La Plata Berni y el númerod dos de Desarrollo Social y también platense, Carlos Castegnetto. Ambos funcionarios se sumaron al comité de crisis que había organizado la provincia y dejaron absolutamente de lado los resquemosres con el sciolismo.

El buen diálogo entre Scioli, Castagnetto y Berni, generó el clima para el encuentro. "Voy para allá Daniel", le dijo la Presidenta sin más vueltas. Pero primero ordenó que el helicópetro la llevara directamente a Tolosa, su ciudad natal y la más afectada por las inundaciones.

Ahí, casí sin custodia, sólo acompañada por Berni y el líder de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, Cristina se expuso a un cara a cara con los vecinos que tuvo momentos tensos, pero que la Presidenta enfrentó sin titubear.

“Daniel, que garrón. Yo soy de La Plata y nunca vi algo así, es histórico”, fue lo primero que dijo Cristina, apenas entró al despacho del gobernador. Como era de esperar, nadie habló de política ni de los fondos que la Nación adeuda a la provincia. "Cero política", resumió a LPO un funcionario sciolista. Ni reproches ni chicanas.

Scioli la recibió en su despacho junto al jefe de Gabinete, Alberto Pérez, los ministros de Desarrollo Social, Martín Ferré y de Seguridad, Ricardo Casal, y el intendente de La Plata, Pablo Bruera, a quien se lo vio muy golpeado por el desastre que arrasó su ciudad. 

“Conozco bien la zona”, dijo Cristina cuando le desplegaron un mapa con la zona afectada de La Plata. "La tenía muy clara, sabía perfectamente cual era la situación en cada lugar", agregó otra fuente que asistió a la reunión, a la que apenas comenzó se sumó el secretario de Obras Públicas, José López, que en otro despacho trabajaba con el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, para garantizar el regreso de la luz a la ciudad.

En la reunión se pasó rápidamente a lo operativo y Cristina puso énfasis en solucionar de inmediato la necesidad de la gente de seguridad, ya que estaban a la intemperia y sin luza, con las casas abiertas.

Acordaron un operativo de seguridad para los cuatro barrios más afectados, que son Tolosa, San Carlos, Villa Elvira y Los Hornos, que incluyó el despliegue de más de 400 efectivos y la identificación con chalecos de todos los que realizaban tareas de auxilio.

Fue un pedido expreso de la Presidenta: “La gente tiene miedo que les roben por lo que los asistentes tienen que estar con pecheras”, repitió al salir de la reunión.