Tras el almuerzo con el papa Francisco y con varios minutos de demora -lo que generó quejas de los periodistas de todo el mundo que la esperaban-, Cristina Kirchner contó ante la prensa los pormenores de su encuentro privado con Jorge Bergoglio.

El dato político más interesante revelado por la Presidenta es que le pidió al flamante papa que su intervención ante Londres por Malvinas. "Abordamos un tema muy sentido para nosotros. Solicité su intermediación para lograr el diálogo con la cuestión Malvinas entre las partes", comentó en una alocución en la que se mostró incómoda con la participación de la traductora.

Tras recordar la mediación papal en 1978 en el conflicto por el Canal de Beagle, Cristina destacó que en el caso Malvinas tanto Argentina como el Reino Unido tienen gobiernos "democráticos" y "surgidos de elecciones".

"Ahora estamos ante una posibilidad democrática mucha más favorable. No hay peligro de una contienda bélica, más allá de la militarización del Atlántico Sur. Lo único que pedimos es que se cumplan las resoluciones de la Naciones Unidas para sentarnos a dialogar. Es lo único que le pedimos al Santo Padre", afirmó. "Creemos que es imprescindible que en el mundo comencemos todos los países a cumplir las resoluciones de la ONU. Nuestro planteo es a la instancia del diálogo", completó.

Por otro lado, la mandataria -primera del mundo en reunirse con el nuevo jefe de la Iglesia Católica- contó que Francisco le manifestó su reconocimiento a la labor de los mandatarios latinoamericanos. "Me habló de la Patria Grande. Me habló de Latinoamérica y del rol que están cumpliendo los distintos gobernantes de América Latina, me dijo que era formidable el rol que están cumpliendo, trabajaban unidos por la Patria Grande", declaró.

Según dijo Cristina, el Papa señaló que se refería a "Patria Grande porque era "el término que utilizaban San Martín y Bolívar". "Veo muy bien esa unidad de todos ustedes trabajando en pos de esa Patria Grande", expresó Francisco de acuerdo al relato de la Jefa de Estado.

Finalmente, la presidenta dijo que "hay un gran compromiso por parte de Francisco de lucha contra el trabajo esclavo y la trata de personas y nosotros estamos absolutamente identificados".

Invitación oficial

Tal como se preveía, la mandataria invitó al Papa a visitar el país y el ex arzobispo de Buenos Aires dijo analizará las posibilidades de venir. "Tiene una agenda propia de un jefe de Estado pero desea visitar la Argentina y revisará su agenda con sus colaboradores para trabajar en la fecha", señaló Cristina, quién recordó que Bergoglio irá en julio a Brasil y en ese momento podría llegar a Buenos Aires.

Cristina agradeció el "gesto" del Papa de recibirla en el Vaticano y dijo que él también le agradeció. "Me sorprendió mucho ese agradecimiento. Me gusto ese gesto. Uno de sus rasgos distintos que es la sencillez", declaró.

Además, contó que lo vio "sereno", "seguro", "en paz" y "tranquilo". "Lo vi ocupado y preocupado por lo que va a ser la inmensa tarea de conducir el Estado Vaticano" y "con el compromiso de cambiar las cosas que él sabe que se deben cambiar", aseguró.