José Manuel de la Sota y Alberto Iribarne compartieron esta mañana un desayuno con uno de los sectores de la Juventud peronista de la ciudad de Buenos Aires en el contexto previo a la próxima elección legislativa.

El encuentro fue la ratificación del compromiso de De la Sota e Iribarne de trabajar en la articulación del peronismo a nivel nacional y especialmente en la Capital Federal.

Como anticipó LPO, el gobernador de Córdoba está armando un frente en la Capital en el que quiere incluir a Hugo Moyano y Alberto Fernández para sostener la candidatura a senador del ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna, que también codicia el líder del PRO, Mauricio Macri.

La apertura del encuentro estuvo a cargo de Iribarne quien sostuvo que el “gobierno nacional en lo industrial, en lo social y en la justicia hace agua”, e insistió en que eso los lleva a funcionar con la perversidad de que todo “el que piensa es un traidor”.

Iribarne invitó al gobernador cordobés en el marco de la articulación del espacio peronista de la Ciudad de Buenos Aires.

Por su lado de la Sota apuntaló el discurso de iribarne en el sentido de la necesidad de diálogo en la Argentina: “no se puede gobernar con el método de la división, hay que hacerlo con las virtudes de cada uno”, y sobre las legislativas de este año dijo que “el tiempo de hablar en vez de hacer se está acabando”.

Antes De la Sota expresó su “felicidad” por la elección Jorge Bergoglio como nuevo pontífice de la Iglesia Católica y se lamentó: ”siento vergüenza como argentino de que algunos sectores de impresentables del gobierno sean los autores de las críticas de la difamación que realizaron sobre Francisco”.

También aprovechando un auditorio mayoritariamente joven expuso algunos de los logros de su gobierno. Especialmente la puesta en marcha del boleto educativo gratuito (que beneficia a todos los alumnos, docentes y administrativos escolares de todos los niveles en la provincia de Córdoba), los Programas de Empleo Joven y los programa de becas estudiantiles.

Se refirió a la necesidad de reformar el Mercosur y fijar nuevas reglas de comercialización: “Brasil es nuestro principal socio, la Argentina en el Mercosur tiene una oportunidad histórica en los próximos 20 años”.