El kirchnerismo consiguió aprobar en el Senado el proyecto que avala el memorándum de entendimiento con Irán para investigar la voladura a la AMIA, por la que hay ocho ciudadanos de ese país procesados y con pedido de captura internacional.

A diferencia de la mayoría de las votaciones del año pasado, esta vez Miguel Pichetto no consiguió superar la barrera de los 40 votos y ganó con 39, 31 en contra y dos ausentes.

El quórum llegó cerca de las 12, a poco de cumplirse con la media hora del llamado. A los 33 propios se sumaron los fueguinos Horacio López y Rosa Díaz, cercanos a Martín Sabbatella; la pampeana María de los Ángeles Higonet y el neuquino Horacio Lores, del MPN, la fuerza gobernante de esa provincia.

Lores fue el último en sentarse y suscitó los primeros murmullos de Pichetto, quien pasó el feriado de ayer atemorizado de que algún vuelo se cancelara y se quedara sin quórum.

Para la votación se sumaron al oficialismo el correntino Roldán y la santafesina Roxana Latorre. Hubo aliados habituales que esta vez no quisieron saber nada con seguir las instrucciones de Pichetto.

El principal fue Samuel Cabanchick, quien pidió un compromiso de que los acusados serán indagados por el fiscal Alberto Nisman, no lo consiguió y votó en contra.

Carlos Menem no estuvo presente ni tampoco Josefina Meabe, dos que suelen darle una mano al Gobierno.

Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Daniel Filmus, fue el miembro informante del Gobierno y si bien anunció que compartiría el tiempo con Marcelo Fuentes, cuando empezó a hablar continuó hasta extirpar la media hora asignada a cada bloque.

“Nuestra lectura del memorándum muestra que hay sólo dos caminos: o bien nuestra justicia puede estar cara a cara frente a quienes la investigación mostró que son los acusados de semejante barbarie, o bien la otra parte no cumplirá el acuerdo y en ese caso no hay ninguna duda de que la culpabilidad y la condena internacional a Irán será mucho más fuerte. Lo más fácil es quedar todo como está”, afirmó.

“No hemos escuchado un solo argumento que no esté vinculado a la causa. La causa no puede estar vinculada negativamente”, insistió Filmus, miembro de la comunidad judía.

Como miembro de la comunidad judía, aceptó que “Irán régimen que niega el holocausto, el estado de Israel, que niega a las minorías y las persigue”, pero después derivó su crítica a Mauricio Macri por haber tenido como jefe de la policía a Jorge “Fino” Palacios, procesado por el atentado.

Para contrarrestar los pedidos para que hablara el juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman, que se repitieron en la comisión y en el recinto, Filmus citó una frase del primero sobre que el acuerdo no colisiona con la justicia.

“No es verdad la causa no está ni paralizada. No estancada: es un agravio a los profesionales que trabajan. El Gobierno escupe para arriba, porque creó la unidad fiscal de la Amia”, replicó Ernesto Sanz, quien habló 50 minutos (20 más que lo debido) fue citado por muchos opositores durante la sesión.

“(El fiscal) Alberto Nisman trabaja de 24 a 24 en la causa amia, porque se creó esa situación dedicación full time. Es la fiscalía más grande. Hasta el espacio físico es diferente al de las otras fiscalías. ¿Porque el estado siguió sosteniendo esta estructura y porqué cada 18 de julio nunca dejaron de avalar los avances de las causas?”, se preguntó.

“¿Porque no lo trajeron a Nisman? Se hubiera agotado el debate, porque el silencio hace tanto ruido”, pidió.

Sanz dijo que es mentira que la causa está paralizada. “La fiscalía recolectó material ampliatorio de 600 páginas sobre la conexión con Irán. ¿Por qué no lo consultaron a Nisman? ¿Por qué no le permitieron que viniera al Congreso?

Largo debate

La lista de 38 oradores superó la de muchas de las sesiones y demoró una votación que inicialmente se preveía para las 19 horas. Algunas versiones daban cuenta de que la sesión se extendió porque orden de Cristina Kirchner, quien a esa hora iba a hacer un anuncio en tecnópolis.

Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social, sorprendió cuando dijo que no tenía previsto hablar pero que a último momento había optado por hacerlo.

La puntana Negre de Alonso volvió a ser de las más duras. Afirmó que el acuerdo tiene "un hilo conductor", la construcción de un misil para el gobierno de Irán con inversiones venezolanas.

Recordó que en julio de 2011 Cristina "anunció que se ponía en marcha el nuevo misil argentino, lo denominó Gradicom, y en el mismo año Fabricaciones Militares suscribió convenciones de transparencia tecnológicas con Venezuela".

Negre denunció que en "el Presupuesto 2013 se encuentra previsto dentro del Ministerio de Planificación Federal un gasto de 29,6 millones de pesos (para la Construcción de la Planta de Propulsantes Compuestos en Fabrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María), que será donde se produzca el insumo para misiles".

Rubén Giustiniani, en nombre del Frente Amplio Progresista, dijo que el acuerdo "no solo no destraba ni acelera la causa, sino que nos aleja lamentablemente de la verdad y la justicia".

Sonia Escudero, del justicialismo salteño, dijo que el pacto es "superficial, vano y oscuro", así como queda sujeto a interpretaciones, que estimó terminarán beneficiando a la República de Irán".

María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica, manifestó que "hoy será un día no solo triste, sino vergonzoso y lamentable, al igual que cuando sancionó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y aprobó los indultos a personajes ya condenados por la Justicia".

Adolfo Rodríguez Saá, en el cierre, recordó que Brasil, Venezuela y Bolivia, tres de los principales aliados regionales, no habían apoyado a Argentina en su disputa con Irán.

Los primeros dos al no sumarse a la alerta roja de Interpol y el presidente de Bolivia, Evo Morales, recibió a uno de los acusados. “¿No sabía nada la embajada argentina?”, se preguntó.

El radical José Cano volvió a pedir por Nisman y se solidarizó con su familia por las amenazas que recibió. Como Sanz, le habló a la banca vacía de Menem, al recordar que fue acusado de encubrir el atentado. 

"Irán quiere la impunidad, porque es lo que viene haciendo desde el momento del atentado. Una vez más, el oficialismo nos convoca al acuerdo de los hechos consumados”, cerró el tucumano, que debutó como jefe de bloque.

Pichetto fue el que cerró, esta vez sin peleas con Boudou. “La Argentina ha mantenido una línea de coherencia y gestualidad política en su reclamo”, sostuvo.

Consideró que el acuerdo es una posibilidad “de abrir un camino alternativo” y que no había que tergiversar la posición del país respecto a la comunidad judía.

Como en la comisión, apuntó contra el titular de la AMIA, Guillermo Borges, quien especuló con un posible tercer atentado.

“La irresponsabilidad con la que maneja la palabra es extraña. La palabra tiene valor, muchas veces es destructiva. Lo que hay que construir en la sociedad argentina son títulos”, sostuvo el jefe de bloque.