La avanzada de un sector del kirchnerismo sobre el decreto de Daniel Scioli que extendió las licencias a los bingos tiene su origen en un acuerdo previo, adelantado por LPO, entre los bingueros, el Gobernador y José Ottavis, por el cual se le garantizaba a las empresas el control del juego por varios años.

De ese acuerdo quedó afuera el vicegobernador, el ministro del Interior y Trasporte, y otros referentes del ultrakirchnerismo como Fernando “Chino” Navarro que hoy se ubican en defensa del Estado y reclaman una reforma que permita incrementar las ganancias que provienen del negocio.

El negocio quedó cerrado a fines de julio tras una reunión en la Cámara de Bingos de la Provincia. Allí, los bingueros Daniel Angelici, Daniel Mautone y Héctor Luna cerraron con el sciolismo y con el propio Ottavis un negocio por varios años.

Mariotto, que ya había iniciado conversaciones con los bingueros, quedó afuera está dispuesto a buscar herramientas legales en la Legislatura para bajar el decreto de Scioli. Como adelantó LPO, el vicegobernador mostró interés en los textos presentados por Walter Martello, en Diputados; y María Isabel Gainza, en el Senado. Uno proponía llanamente la estatización del juego en la Provincia. El otro buscaba invertir la ecuación de ganancia, aumentando la ganancia del Estado en detrimento a la rentabilidad de las empresas.

"Nosotros no estamos de acuerdo con la renovación de las licencias de los bingos, aunque es una potestad que tiene el Ejecutivo", reconoció hoy Mariotto en declaraciones radiales.

La estrategia de Randazzo es distinta. Cuando Scioli y Ottavis acordaron con los bingueros el ministro no pasaba por un buen momento. Era señalado de mantener canales de diálogo con Clarín, y prefirió mantener el silencio. Pero ahora, renovada su confianza con la Presidenta y con Trasporte bajo su órbita, busca una parte de ese negocio. O, al menos, embarrar la cancha.

Por dos legisladores suyos, presentaron iniciativas que buscan trabar el decreto del Gobernador. Al borrador del diputado Mario Caputo para estatizar el juego se suma ahora un proyecto presentado por otro alfil del ministro del Interior y Trasporte que busca subir el canon a los Bingos.

Según trascendió, el senador Alejandro Dichiara trabaja en un proyecto de ley que subirá el canon que actualmente pagan los Bingos al fisco. La iniciativa pretende modificar la ley 11.018, que regula todo lo pertinente a los Bingos en el territorio bonaerense; y la 13.063 que autoriza el funcionamiento de máquinas tragamonedas en las salas de bingo.

La iniciativa ya llegó a los despachos de varios legisladores del mismo bloque, aunque todavía no fue ingresado formalmente en la Cámara Alta.

De este modo, el kirchnerismo busca ponerse al frente de un tema que hasta ahora era parte de la agenda de la oposición y se pone al frente de una discusión que incomoda a Daniel Scioli. Los borradores kirchneristas coinciden con proyectos que ya presentó la oposición.

Pero la trama por la cual Randazzo busca meter mano en el negocio del juego es compleja y arriesgada. Desde el sciolismo aseguran que no hicieron más que tomar una decisión que ya tomó en su momento Felipe Solá cuando era gobernador.

Pero, lo que no dicen en este escenario de tensión con la Casa Rosada, es que el propio Randazzo firmó el decreto. Por entonces, era ministro en la gobernación bonaerense.

Pero además, el acuerdo Scioli-Ottavis-bingueros significó para Randazzo el fin de una relación de muchos años con el empresario Daniel Mautone, quien actualmente regentea el bingo de Chivilcoy, el pago chico del ministro.

Por debajo, también intenta colarse en el negocio el diputado provincial Fernando “Chino” Navarro. El referente del Movimiento Evita salió a plantear la necesidad de una reforma que permita incrementar las ganancias del Estado en el negocio del juego.

Según Navarro, en el sector del juego “se puede acceder a ingresos para financiar a la provincia”, ante la necesidad de recursos.