Primero designó a Oscar Bareiro, comercialista que lo había asistido en el controvertido proceso del levantamiento de la quiebra de la imprenta. Pero como Bareiro tal vez fuera a ser investigado por su actuación en el proceso de quiebra, lo cambió, según el diario Clarín.

Eligió a un penalista con buenos contactos tanto en Tribunales como en el kirchnerismo judicial: Hugo Pinto. Pinto, junto a su socio Pedro Migliore, lo defendieron hasta la semana pasada, cuando se inició la ofensiva del Gobierno a través del estudio de abogados preferido del un sector del kirchnerismo contra el juez y el fiscal del caso.

Diego Pirota, socio del ex SIDE durante la Alianza y devenido kirchnerista, Darío Richarte, recusó al juez Daniel Rafecas y al fiscal Carlos Rívolo. Ante esa ofensiva ,Pinto-Migliore dieron un paso al costado y le llegó el turno al nuevo abogado. Soria tiene su propio estudio en Puerto Madero. Formó parte de Roca y Sarrabayrouse abogados. Estudió derecho en la UBA y se especializó en Derecho Penal en la Universidad Austral.