Daniel Scioli profundiza sus acuerdos con sectores de la oposición o, al menos, críticos del kirchnerismo para lograr un balance de poder ante lo que será la llegada de La Cámpora a la Legislatura bonaerense.

Esto no significa que Scioli piense en confrontar con la organziación que creó Máximo Kirchner, sino más bien que se trata de una estrategia defensiva, por si La Cámpora y el próximo vicegobernador Gabriel Mariotto, definen una línea de confrontación. "Scioli no se va a pelear con La Cámpora", aclararon a LPO voceros de la gobernación.

En ese marco, el ex gobernador, Felipe Solá, confirmó hoy su alejamiento del Peronismo Federal y volvió a manifestar que dialoga con el ex motonauta, mientras crece la posibilidad que alguien del entorno del ex Gobernador ocupe un lugar en el Ejecutivo durante el próximo mandato de Scioli. En el marco de ese acuerdo trascendió que los legisladores que aún responden a Felipe en la Cámara de Diputados podrían articular estrategias con el sciolismo.

Un hombre clave en ese entendimiento, es el actual jefe de bloque de los diputados del PJ, Raúl Pérez, amigo personal de Solá y uno de los que más trabajó para que se acercara a Scioli.

Tres de los cuatro legisladores que hoy responden a Solá aún tienen dos años de mandato. Estos son Rodolfo di Pascuale, Juan Carlos Piriz e Ismael Passaglia, éste último con serias chances de ser el próximo intendente de San Nicolás. De hecho, Raúl Pérez fue quien logró que Pasaglia compitiera con la boleta de Scioli en las primarias, el primer gesto concreto de acercamiento entre Solá y el gobernador.

En el mismo sentido, trascendió un eventual acercamiento con Jorge Macri, que en rigor ya existe cuando hay que tratar temas claves. Si prospera este encuentro, Scioli sumaría legisladores macristas ante inciativas puntuales. Allí quedaría Julio Garro, Nancy Monzón, Orlando Yans y el propio Jorge Macri, pero este último está muy cerca de ganar la intendencia de Vicente López.

De hecho, esta posibilidad también incentiva a Macri a acercarse a Scioli, sabe que va a necesitar al menos el respaldo del gobernador -descontando los recelos de la Casa Rosada-, para administrar el municipio.

La estrategia sería reforzar el armado sciolista con aliados como una suerte de contrapeso, por si los siete diputados de La Cámpora -que según las primarias estarían colocando- toman posiciones duras hacia la administración provincial en algunos temas, como podría ser la política de seguridad.

Así, de un plumazo con los acercamientos de Solá y Macri, el gobernador sumó la misma cantidad de legisladores que están ingresando por La Cámpora.