José Manuel De la Sota sigue siendo la figura más resistida por Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico y mano derecha de la presidenta, todavía enfurecido por la resistencia del gobernador electo a aceptar que en la Casa Rosada completaran su fórmula e impusieran la lista de diputados nacionales.

Ni siquiera el triunfo de esta nómina en las primaras del 14 de agosto acercó posiciones: por el contrario, a la gobernación de Córdoba todavía no llegaron precisiones de la Nación sobre cómo saldar la deuda de 563,3 millones destinados a paliar del déficit de la caja de jubilaciones.

De no existir respuesta, el gobernador Juan Schiaretti podría retomar el reclamo a la Corte Suprema como ya hizo al comienzo de su gestión. Recién retiró esa demanda cuando la Nación se comprometió a cubrir el rojo, que alcanza los cien millones mensuales.

Las diferencias entre la Casa Rosada y De la Sota a la hora de definir las listas frenaron esa asistencia este año y acumularon una deuda que parece agrandarse mes a mes.

Schiaretti la reclamó con tres cartas enviadas a la Anses y sólo recibió una respuesta de un funcionario del organismo, en la que le habría pedido cambios en el sistema de jubilaciones, que en el Gobierno creen que es inviable.

El mensaje pareció dirigido a De la Sota deberá definir una estrategia para salir de este entuerto. Y la justicia parece el camino que más lo seduce, sobre todo porque quedó demostrado que al Gobierno no le caen simpáticas las sentencias desfavorables por jubilaciones en el máximo tribunal.

Fuentes del peronismo cordobés confiaron a LPO que las misivas de Schiaretti no tendrían otro objetivo que dejar la marca institucional que justifique una nueva incursión en la justicia.

El discurso va en ese sentido: en la Gobernación cordobesa repiten hace tiempo que podrán subsanar la caja con recursos propios sólo hasta diciembre, cuando se renovarán las autoridades.

La otra salida, más drástica, es la impresión de cuasimonedas, amenaza que funcionó en 2009 cuando todavía esos temas los monitoreaba Néstor Kirchner.

“De la Sota ganó las elecciones recordando que había bajado los impuestos por los que no creo que se atreva a subirlos”, explicaron, en referencia a un rumor que circuló al día siguiente de su triunfo que hablada de un tributo destinado exclusivamente a paliar el déficit previsional.

Por lo pronto el vínculo entre el gobernador electo y la Casa Rosada está cortado, con Zannini disparando contra su figura ante los propios miembros del Gabinete.

Otro motivo de furia son las versiones sobre reuniones de De la Sota con figuras del peronismo opositor con idea de comenzar a sumar en la renovación de autoridades el PJ que, en los papeles, está prevista para el año que viene. Se habla de una reunión por ese tema con Felipe Solá.

Como muestra de la tensión, Amado Boudou visitó Córdoba dos veces en los últimos quince días. La última la semana pasada a una presentación en la Sociedad Rural, donde llegó acompañado por el director de la Anses, Diego Bossio y el intendente de Leones y cabeza de la lista K de diputados, Fabián Francioni. Ninguno quiso hablar de las jubilaciones cordobesas.