Luis Juez pretende arrasar en la Ciudad de Córdoba para vencer a José Manuel De la Sota y convertirse en el gobernador de la provincia, pero además del candidato peronista tiene otro obstáculo: el intendente de la Capital, Daniel Giacomino, mutado al kirchnerismo hace dos años.

La influencia de Giacomino será crucial debido a que su antecesor sólo podrá ganar si repite la performance que tuvo en 2007 en la ciudad que por entonces gobernaba, donde obtuvo el 47% de los sufragios. El peso electoral de la capital es decisivo: votan allí el 40% de los electores.

Aún así, en la última elección a gobernador Juan Schiaretti logró imponerse por 700 votos con el apoyo del interior, pese a las incansables denuncias de fraude de Juez. Ahora De la Sota intenta conservar ese capital electoral con sus declaraciones ambiguas respecto al kirchnerismo, resistido en las zonas rurales.

“Sin duda que algo puede influir Giacomino, pero igual creo que alcanzaremos los votos de 2007 en la Capital y hasta los superaremos, por esta es una elección ejecutiva. El mayor problema por este tema lo tuvimos en 2009”, admitió a LPO el diputado nacional juecista Gumersindo Alsono, quien el domingo esperará los resultados junto al candidato del Frente Cívico. En las últimas legislativas el descenso de Juez se notó: accedió al Senado con sólo el 36% de los votos en la ciudad de Córdoba.

“La elección se va a polarizar entre Juez y De la Sota. Están instalando que (el radical Oscar) Aguad tiene chances pero es falso. Es una operación para que se nos vayan votos nuestros. Pero el 10% de indecisos va a venir de nuestro lado y vamos a ganar”, confió Alsono.

“No es sólo Giacomino: a Juez los capitalinos no evalúan bien con los años, cuando interpretó que el crecimiento del país lo había ayudado, pero que en realidad no había hecho nada. Schiaretti hizo mucho por la capital y eso se notará en las urnas”, consideró el diputado del PJ Francisco Fortuna.

Quienes acompañan a Juez en condición de aliado admiten que su sucesor lo dejó entre la espada y la pared, porque le dio una excusa más a la UCR de pegarlo a Cristina Kirchner, quien, por otra parte, recuperó buena parte de su intención de voto en la capital de Córdoba.

En su entorno son más optimistas. “La última encuesta que se publicó nos dio un 50% en Córdoba. Si llegamos a esa cantidad vamos a ganar fácil”, afirmó Alonso. Y recordó: “Con el Frente Cívico siempre nos costó el interior, pero también es cierto que en cada elección superamos los votos de la anterior”.