La pelea entre el Gobierno y el Grupo Techint por la inclusión de nuevos directores en las empresas en las cuales el Estado tiene participación –caso Siderar- alumbra un llamativo caso con raigambre en el Conurbano. Se trata del silencio del intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, histórico hombre de la UOM y kirchnerista sin discusión que, empero, prefirió “guardarse” y no quedar expuesto en el conflicto: es que los negocios de la firma que conduce Paolo Rocca en su distrito pesan más que su prédica oficialista.
De todos modos, Gutiérrez viene acompañando a Techint no solamente con su falta de palabras públicas. Llamativamente el representante de la UOM en la discutida asamblea de Siderar del viernes pasado, Francisco Cudof, votó en contra del nombramiento por parte del Gobierno de tres directores. Según consigna el diario Clarín, Cudof es un dirigente muy cercano a Gutiérrez.
Además, la participación del Barba dentro del sindicato, sigue siendo activa y según cuentan fuentes del gremio es habitual asistente a las reuniones generales que se realizan una vez por semana.
“Es raro. Debería ser una voz principal a favor del Gobierno en este tema por su pasado como metalúrgico y sin embargo no salió a decir nada”, se lamentaba un dirigente kirchnerista de la Provincia. Muchos todavía recuerdan cuando Gutiérrez enfrentaba a la “burocracia sindical” de Lorenzo Miguel y cuando se hablaba de “renovación” con una conducción suya.
Lo cierto es que la relación Gutiérrez- Techint se aceita en el marco de “Costa del Plata”, el megaproyecto inmobiliario que Techint está por comenzar a concretar a orillas del Río de la Plata en un terreno de 220 hectáreas en el límite entre Quilmes y Avellaneda.
Esta suerte de nuevo Puerto Madero incluirá unas 8 mil viviendas, centros comerciales, universidades y espacios verdes y se estima que Techint invertirá 1700 millones de dólares. El 30 por ciento del terreno está en Avellaneda y el 70 por ciento en Quilmes.
Por el momento, la firma comenzó con las obras en el lado de Avellaneda porque en Quilmes el Concejo Deliberante todavía no aprobó el proyecto a través de la insistencia del Intendente debido a los cuestionamientos de tipo ambiental de diferentes organizaciones.
"El beneficio es amplio, ya que esas tierras son absolutamente privadas. Una vez que se concrete, el 70% estará abierto y será público. Soy impulsor del crecimiento mirando al río", había señalado el jefe comunal antes de enviar el proyecto al HCD.
