“Da vergüenza, los diputados están preocupados y traban la sesión porque no logran sacar la concesión acordada para el Club de Amigos, pero no quieren poner en tratamiento los pedidos de interpelación a los ministros por los cuatro muertos en Soldati”, denunció la legisladora Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica), presidenta de la comisión de Vivienda.

En el recinto, se sucedían las reuniones. La ley que le otorga la concesión de 9 hectáreas en Palermo al Club de Amigos había sacado 39 votos y necesitaba 40. “Falta el voto de Cabandié, que se había comprometido”, decían por los pasillos. “Que se vuelva el expediente a secretaría y lo intentamos sacar más tarde”, se escuchaba.

"La principal preocupación de la Legislatura porteña parece estar en conseguir los 40 votos necesarios para extender por 20 años la actual concesión otorgada a favor del Club de Amigos, para la explotación del terreno ubicado en el Parque Jorge Newbery", cuestionó el diputado Adrián Camps (Proyecto Sur) y añadió: "lo que se pretende aprobar es un verdadero escándalo, frente a lo que hoy sucede en Villa Soldati, y en otros predios de la Ciudad, frente a la legislación vigente, a todos los vecinos porteños".

La ley en cuestión estaba incluida en un tramo de proyectos de cesión de predios que requieren 40 votos para ser aprobadas. El diputado oficialista Helio Rebot sugirió incluso que se votara todo ese paquete junto “porque si no, después no se respetan los acuerdos”. Su moción no fue acompañada por el bloque de Proyecto Sur y por parte de la Coalición y no pudo ser llevada a cabo.

Previamente, se había aprobado una ley que le otorgó un predio entre las calles Salta y Santiago del Estero al gremio de Gastronómicos, que lidera Luis Barrionuevo. También un predio de bajo autopista 9 de Julio al Colegio de Escribanos de la Ciudad. 

Estaba a la espera -y acordado- un permiso de uso precario y gratuito a las escuelas de fútbol de Claudio Marangoni, pero el clima se enrareció cuando no se lograron los 40 votos para Club de Amigos, y los legisladores decidieron pasarlo a archivo hasta el año próximo.

Puertas afuera de la Legislatura, se hacía de noche y en Soldati, como en Lugano, crecía la angustia.