Miles y miles de personas desfilaron, desde las diez de la mañana, frente al féretro del ex presidente. Cristina Fernández, de riguroso luto y anteojos negros, permaneció todo el día junto al cajón, que estuvo cerrado y cubierto por la bandera argentina y por los tradicionales pañuelos blancos de las Madres y las Abuelas.

Según pudo saber LPO, la puesta en escena de la despedida de Néstor Kirchner-que se transmitió ininterrumpidamente por todos los canales de televisión durante toda la jornada- fue ideada y cuidada por el Secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli y por el vocero presidencial Alfredo Scocimarro.

A diferencia de los ciudadanos que, tras horas de espera, ingresaban por la puerta principal de Balcarce; las visitas especiales -funcionarios, dirigentes y también artistas- lo hacían por la explanada trasera de la Casa Rosada. Luego, un funcionario de la Secretaría de Medios los conducía hacia el Salón de Los Patriotas Latinoamericanos, el espacio elegido para que se desarrolle el funeral.

En un salón contiguo permanecieron, durante casi todo el día, los gobernadores y los ministros, quienes casi no tuvieron hoy contacto directo con la Presidenta. Incluso, al momento de ingresar al salón del funeral, lo hicieron ubicándose en una segunda o tercera línea.

De este modo, se privilegió el contacto de la presidenta con la gente que se acercaba, que la saludaba o le gritaba “Fuerza Cristina”, acaso la frase más escuchada en toda la jornada.

La primera fila, estuvo reservada para los hijos Máximo y Florencia, y para la hermana y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kichner. También, por lapsos más cortos, se ubicaron junto a la presidenta los mandatarios extranjeros, y por la mañana, el futbolista Diego Maradona.

De las visitas especiales, la presidenta sólo saludó de modo efusivo a las Madres (en las primeras de la mañana llegó una muy compungida Hebe de Bonafini; y ya más entrada la tarde, la representante de la Línea Fundadora, Tati Almeyda) y con la titular de Abuelas, Estela de Carlotto. También se abrazó con algunos integrantes de la Juventud Kirchnerista, quienes fueron llegando hasta el centro del salón, guiados por personal de Ceremonial de la Casa Rosada.

En los alrededores de la Casa de Gobierno y en su interior, hubo un fuerte operativo de seguridad. No se les permitió a los periodistas ingresar al salón donde se realizó el velatorio y a la salida, miembros de la Secretaría de Medios se ocuparon de realizarle notas a todos los funcionarios, dirigentes y artistas que se hicieron presentes.

Ninguna de esas entrevistas salió en vivo, por lo que se presume que podrían ser utilizadas para la realización de un futuro documental en homenaje al ex presidente.