Empezó mal. Los rumores de la visita del ministro de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, de forma espontánea a la Legislatura durante la sesión del jueves, alertaron a la oposición que rechazó en la reunión de presidentes de bloque aceptar interpelar en la sesión ordinaria al Ministro. Según contaron a LPO, la diputada Gabriela Cerruti, presidente del bloque Nuevo Encuentro y autora del proyecto de interpelación, habría excusado a la oposición diciendo que no estaban preparados.

En diálogo con LPO, Cerruti dio otra versión: “El Ministro no puede venir acá cuando quiera, a pototear sin respetar los pasos insitiucionales, tiene que venir interpelado”. Casi la misma explicación fue la que dos horas después dieron todos los legisladores de la oposición en el salón Montevideo, mientras en el recinto el presidente de la Cámara, Oscar Moscariello, levantaba la sesión por falta de quórum ante la presencia de los diputados del Pro y el ministro Montenegro.

Aunque en una primera instancia los diputados de la oposición estipulaban bajar al recinto, dar quórum, votar la preferencia del dictamen de comisión de interpelación a Montenegro y luego, cuando el Pro pusiera a votación la modificación del orden del día por la visita del Ministro, levantarse. En la reunión de bloques de la oposición, los duiputados de Proyecto Sur y Diálogo por Buenos Aires fueron los que mantuvieron esta posición, mientras que desde Nuevo Encuentro y Encuentro Progresista insistieron en que si se bajaba al recinto era para quedarse. Finalmente se optó por una tercera salida: no dar quórum.

La interpelación

Aunque en la Legislatura algunos adjudicaron la presentación espontánea al recinto del ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, a su apuro por salir de vacaciones; la mayoría coincidió en que el Ministro les ganó de mano. Desde que el lunes se votó el dictamen de comisión con el aval de 34 diputados para pedir la interpelación del funcionario, trascendió que en la sesión de este jueves la oposición votaría la preferencia del dictamen y votar así la interpelación en la sesión del 17 de mayo.

Votar la preferencia permite acortar los tiempos parlamentarios: en lugar de esperar siete días hábiles de publicado el dictamen, solo debe esperar cinco corridos. El oficialismo, entonces, sabiendo que no contaba con los votos necesarios para impedir la aprobación, habría adelantado la llegada del Ministro. La oposición tenía hoy 31 votos justos, puesto que el jefe del bloque Peronista, Diego Kravetz y los diputados de la Coalición, Juan Pablo Arenaza y Diana Maffía, estaban ausentes.

Ahora la oposición esperará que se cumplan los siete días hábiles, por lo que ya no podrá votar el llamado a interpelación en la sesión del 13 de mayo, y llamará a una sesión especial para el 17 en la que se votará el dictamen y se fijará el plazo para que montenegro vuelva a la Legislatura. Aunque en el dictamen se estipulan 72 horas para la visita después de aprobado el proyecto, los legisladores confirmaron que ese margen puede ser modificado, inclusive a una hora.

Mientras en conferencia de prensa el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, apuntaba a Montenegro y el oficialismo insistiendo en que el funcionario debía llegar a la Legislatura interpelado y no como invitado, ajustándose a los lineamientos que dispone el reglamento; en el recinto, Cristián Ritondo, titular del bloque Pro, acusaba a la oposición de montar un “show mediático”, ser funcionales al kirchnerismo y no estar preparados, después de cuatro semanas, para interpelar al Ministro.

A la conferencia de prensa de la oposición, que terminó justo cunado Moscariello levantaba la sesión, siguió una improvisada rueda de prensa del PRO, en la misma mesa que antes habían estado los diputados antimachistas. Ritondo insistió en la falta de coherencia de la oposición que depués de acusar al oficialismo públicamente de esconder a montenegro, se negaba ahora a interpelarlo. A su lado, el propio Ministro, acusó a los Legisladores de “no querer trabajar” y lamentó que en lugar de buscar la verdad se opte por una “estrategia política”.

Montenegro ratificó que no renunciará a su cargo y desestimó que la acción de la oposición resulte destituyente. Ritondo, sin embargo, apuntó que tanto la causa de las escuchas como la insistencia de interpelación a Montenegro solo busca desestabilizar y perjudicar la gestión del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

En una suerte de respuesta a las acusaciones de la diputada Cerruti, quien acusó a Montenegro de patoterismo y de pretender que todos se ajusten a sus tiempos y necesidades sin respetar las instituciones, el PRO recordó cómo se realizó la interpelación al ex jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra por la tragedia de cromañón.

Recuerdan los legisladores oficialistas que en ese entonces pidieron una sesión especial para el 7 de enero del 2005, pero no lograron los votos y casi un mes más tarde, Ibarra convocó a los legisladores a una sesión extraordinaria para el 28 de enero con el objetivo de dar la información y explicaciones que el PRO había requerido. “Se aceptaron las condiciones que el entonces Jefe de Gobierno requirió y se desarrolló la sesión en dos partes. La primera, tuvo lugar el día 28 de enero y la segunda (luego de un cuarto intermedio) el día 1 de febrero”, especificaron en un comunicado.