¿Cómo cree que será la tapa de los diarios del lunes y cómo le gustaría que sea?

La tapa será “Derrota legislativa de Kirchner” u “Oposición triunfó en elecciones legislativas”. Son títulos un poco largos, ja. Otro podría ser “Parlamento en manos de la oposición”. ¿Qué me gustaría poner a mí? “Gobernabilidad para todos”. Este triunfo de la oposición tiene como primer elemento todo lo contrario a lo que dijo el matrimonio Kirchner. Ellos intentaron en un comienzo asustar con la gobernabilidad, pero un triunfo de la oposición es gobernabilidad para todos los argentinos. Un triunfo del kirchnerismo es, a la inversa, darle más poder al esquema de pensamiento único.

Pero ahí aparece otra pregunta: ¿Qué es “gobernabilidad” para Kirchner?

Ah, ese es otro juego. Para él gobernabilidad es ejercer el poder sin control. Eso es lo que se va a terminar con este triunfo de la oposición. Habrá dos años y medio que podrán ser bien utilizados si los Kirchner se tranquilizan, dejan de estar enojados y comprenden que el voto en contra no es el fin del mundo. Lo que esto señala es que están haciendo las cosas mal y hay que corregirlas.

¿Coincide conmigo en que, pensando en el domingo, cuesta imaginarse a Kirchner tomando un micrófono y admitiendo una posible derrota?

Yo los conozco bastante torpes en política. No quiero utilizar adjetivos duros, pero nunca me llamó la atención ni he vista una dosis de genialidad en ninguno de los dos. Así que me cuenta que puedan tener una reacción propia de un estadista. ¿Un estadista que haría ante una derrota? Lo que dije al principio. En cambio, un hombre necio hace todo lo contrario.

De confirmarse los resultados que muestran las encuestas, un virtual empate o incluso una victoria por pocos puntos en la provincia, ¿Cuál sería el recurso retórico para adjudicarse una victoria ante ese mapa?

Puede ser que gane algún distrito o alguna provincia, pero va a tener una catástrofe parlamentaria. Yo no coincido con los medios que hablan de 15 o 16 diputados. La merma va a ser de, por lo menos, 30 diputados. No están sumando ahí a las provincias chicas, donde pierden uno o dos diputados, y es muy raro encontrar provincia donde ganen uno.

¿Esas son las estimaciones que usted maneja?

Va a perder 30 diputados y 11 senadores. Tendría que repasar las provincias una por una, pero tienen problemas en todo el país.

El temor está instalado en los aliados que el kirchnerismo siempre encuentra. Como los fueguinos del ARI disidente o el Movimiento Popular Neuquino.

Ojo con eso. La presidenta va a tener quórum cuando el país lo necesite. La diferencia es que a partir del 29 el quórum va a estar a favor de los intereses del país; hasta ahora estuvo en función de los intereses del matrimonio Kirchner. Uno no puede, en un cargo tan importante, gobernar sólo para los amigos.

El post 28-J

Fue anfitrión hace poco de un encuentro con peronistas no kirchneristas en Iguazú. Hubo adhesiones de Reutemann, Solá, Rodríguez Saá. ¿Es la primera parte de algo?

Nosotros tuvimos un encuentro federal de lo que es el armado del peronismo. Lo estamos armando desde el interior, lo que llaman las provincias chicas. 14 provincias con 16 candidatos a diputados y 6 candidatos a senadores, donde armamos una agenda legislativa. Junto con Juan Carlos Romero somos coordinadores de esto.

La comparación se me hace inevitable. Usted también protagonizó lo que fue el intento de unificar al peronismo en 2007 en aquellos encuentros de Potrero de Funes. Lo que acabó en fracaso y con tras candidatos a presidente distintos –Rodríguez Saá, Sobisch y Menem-. ¿No puede pasar de nuevo lo mismo, con muchos caciques y pocos soldados?

Ese fue un intento de hacer funcionar el Congreso del Partido Justicialista. Lo de Iguazú es un armado diferente, en base a dirigentes de cada una de las provincias para llegar a una normalización partidaria mediante un mecanismo distinto. Ahora lo que tenemos son provincias devastadas en lo institucional y un peronismo en el bolsillo de Néstor, legalidad mediante muy discutida y con actividad política casi nula. Fue tan bochornoso el congreso de Parque Norte que Kirchner ni siquiera fue, estaba a diez cuadras. Nosotros queremos armar el peronismo del tercer milenio.

¿Eso incluye pelear por la conducción del PJ?

Este es un camino inverso. Desde la organización del peronismo y el buen rendimiento electoral vamos a llegar a la normalización del peronismo. A volver a tener un partido. Hoy el partido no está. Se lo han fumado.

Pensando en 2011, hay muchos referentes del peronismo candidateables. Hasta ahora la figura que parece aglutinar mejor el perfil del peronismo es Reutemann. ¿Coincide?

La figura más importante es el federalismo. El peronismo federal tiene en Carlos Reutemann un gran candidato. A De la Sota como un buen candidato en Córdoba, a Romero en Salta, la dupla De Narváez-Solá en Buenos Aires, etcétera. Tenemos buenos jugadores en cada provincia. En alguna hay cierto protagonismo que eclipsa el liderazgo. Pero tenemos que sacarnos la manía muy argentina de construir política a partir de una persona. Necesitamos partidos políticos que elijan candidatos y no candidatos que condicionen los partidos políticos.

Para esta estructura que plantea necesitan quitarle el poder del PJ a Kirchner.

El partido tendrá que funcionar. Tenemos candidatos muy buenos, pero esa será la última etapa.

¿Y Scioli? ¿Lo imagina rompiendo con Kirchner?

No. Daniel Scioli cerró su ciclo junto con Kirchner, más allá de su juventud. A lo sumo, necesitará un largo período de “descanso”. Hablo de lustros o décadas.

¿Cómo está su relación con Macri y cómo lo ve en este armado peronista?

Es el aliado más fuerte que puede tener el peronismo. El peronismo debe ser frentista y no egoísta.

¿Pero puede ser candidato del PJ, además de aliado?

Perón le ofreció la presidencia a Balbín, pero éste no la aceptó.