Hugo Moyano terminó con la incertidumbre sobre su alineamiento con la Casa Rosada y dejó en claro que ya sea por condicionamientos económicos, por decisión política o simple "tiempismo", decidió atar su suerte a la de los Kirchner.

Contra las especulaciones de que formularía un discurso con matices críticos hacia la política oficial ante el agravamiento de la situación social, Moyano hizo una cerrada defensa del kirchnerismo y calcó el mensaje de "nosotros o el caos".

En ese sentido, pidió “defender el modelo económico nacional y popular” en las elecciones del 28 de junio, y advirtió: “No nos dejemos engañar, tengamos en claro que es lo que se está jugando”.

La movilización fue contundente, las estimaciones van desde las 60 mil hasta las 100 mil personas y desmostró que Hugo Moyano es hoy el actor político con mayor capacidad de movilización del país.

La demostración de fuerza le sirvió además para estrenar el poder de fuego de su CGT paralela y casi privada, esto es la CATT, confederación de gremios del transporte, que cargaron sobre sus espaldas el gruego de la movilización al impresionante palco de 9 de Julio y avenida Belgrano.

En su defensa del gobierno el titular de la CGT enumeró una serie de medidas tomadas por el Gobierno en los últimos años como la "derogación de la flexibilización laboral", la "convocatoria al Consejo del Salario mínimo, vital y móvil", la "aprobación de la ley de movilidad de los salarios de los jubilados" y la extensión de los convenios colectivos de trabajo, entre otras.

"No nos dejemos confundir con los salvadores de la Patria, hay que apoyar este modelo nacional y popular y no volver a los 90", sostuvo Moyano, y agregó: “No se está discutiendo la forma de un modelo o de un gobierno, el fondo de la cuestión es que quieren arrebatarnos las conquistas que hemos logrado en estos últimos tiempos".

Moyano también envió un mensaje a la propia interna de la CGT que le pide que "coparticipe" los beneficios de su relación íntima con el kirchnerismo; y en todo caso empiece a pisar un poco el acelerador en las demandas pendientes, como sumar a las listas de diputados más candidatos de la central obrera, un incremento en las asignaciones familiares, el subsidio por desempleo y mas fondos para las obras sociales, entre otras demandas.

"Seis meses sin crecimiento no evaporan 6 años de ganancias. No despidan, no echen gente porque tienen un buen colchón", afirmó en un mensaje a los empresarios, pero que muy bien podría calzarle a sus compañeros de la CGT que cruzaban miradas detrás del palco, mientras el camionero desplegaba su discurso kirchnerista.

Sin los Gordos

En el acto fue notable la ausencia de columnas de la UOM, Mercantiles, Sanidad, Luz y Fuerza y otros gremios de los denominados "gordos"; así como era evidente que los estatales de UPCN o los obreros de la UOCRA, no habían puesto toda la carne al asador.

Dirigentes de los grandes gremios dejaron trascender antes del acto que habían decidido no concurrir por tratarse de una pelea “por las listas” y no “para defender los puestos de trabajo y los salarios”.

“Yo no voy porque repudio un acto que no se convoca para defender los puestos de trabajo y los salarios, sino para ver quién trepa políticamente en las listas”, afirmó Juan Pablo “Pata” Medina, jefe de la seccional La Plata del sindicato de la construcción, eterno rival de los camioneros y uno de los pocos que se atrevió a hacer públicas las diferencias.