El nombre de Marcelo Achile puede sonar poco para el ciudadano común pero dentro del kirchnerismo es un hombre más que conocido. Se trata de un barrabrava con antecedentes violentos y presidente del club Defensores de Belgrano que, casualmente, ocupa un alto cargo en la Secretaría de Deportes donde controla la entrega de subsidios a los clubes.

Achile es un fuerte brazo de acción dentro del PJ porteño o, mejor dicho, del albertismo. Fue el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien lo llevó al cargo de jefe de Gabinete de Claudio Morresi, aunque también contó siempre con el respaldo del ex ministro de Justicia –y también hombre del peronismo de la ciudad-, Alberto Iribarne.

Desde su cargo, Achile es responsable de la emisión de los cheques para beneficios a los clubes. Es decir, entrega fondos sin ningún control desde hace cuatro años a todos los clubes del país, a los mismos que luego se cruza en las reuniones en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), cuando deja su traje de funcionario y se calza el de dirigente del “Dragón” de Belgrano.

Un dato muy curioso es que en la página oficial de la Secretaría de Deportes, al ingresar al sector institucional, aparecen los nombres de todos los integrantes del organigrama de la dependencia con su respectivo “linkeo” para acceder a su currículum. Todos, menos Achile porque, evidentemente, algunos antecedentes es mejor evitarlos.

Pasado de tribuna

Achile llegó a la presidencia de Defensores de Belgrano haciendo el mismo recorrido que hicieron muchos de los que hoy dirigen clubes de la Argentina: pasando a la dirigencia luego de haberse hecho fuerte en la tribuna. Es decir, ganando poder como "barrabrava" o hincha profesional, para luego impulsarse al manejo del asunto desde el sillón oficial. Claro que algunos vicios no los perdió.

Un operativo para sacar un cartel de publicidad en infracción, justamente en el predio de Defensores de Belgrano, terminó con la aparición de Achile en escena, junto a otros corpulentos armados con palos, y un oficial de tránsito de la ciudad golpeado en el suelo, según informó hoy Clarín.

Según este diario, el 7 de noviembre pasado el Ministerio de Espacio Público llevó adelante un operativo para retirar un cartel en la esquina de Comodoro Rivadavia y avenida del Libertador, donde está el club Defensores de Belgrano ya que, según se informó, allí había estructuras publicitarias en infracción.

Desde el Ministerio señalaron que, una vez presentada la documentación ante la empresa propietaria del cartel y un miembro de la comisión directiva del club, comenzaron a trabajar. Pero a las horas, el presidente del club y jefe de Gabinete de Deportes se acercó a los agentes de la Guardia de auxilio y agentes de tránsito que trabajaban en la remoción. Hubo fuertes insultos y el agente de tránsito porteño Guillermo Allo terminó en el piso, lastimado.

En el Gobierno porteño denunciaron que el agente fue agredido por Achile y luego otras personas amenazaron con palos y trataron de agredir a los funcionarios porteños, que debieron alejarse. Ese mismo día presentaron una denuncia por "lesiones" contra Achile en la comisaría 35, donde fue demorado dos horas.

Inhabilitación

Achile, además de ocupar el cargo en Defensores de Belgrano, aprovechó el predio del club para desarrollar un emprendimiento privado. Se trata del famoso boliche Millenium, el cual tenía la habilitación negada desde mayo de 2005 pero siguió funcionando sin ningún problema.

Ubicado sobre la avenida Comodoro Rivadavia y en el mismo predio que el club Defensores de Belgrano, la habilitación para el boliche que pertenece a Marcelo Achile –entonces vicepresidente del club que milita en el ascenso del fútbol argentino- se había frustrado en su momento porque el Código de Planeamiento Urbano establecía la zona donde estaba ubicado como Urbanización Parque (UP), en la que debe haber espacios verdes y no pueden autorizarse emprendimientos comerciales. Sí puede permitirse la instalación de clubes, que tienen una finalidad de utilidad pública.

Según información acercada a La Política Online, Achile habría presionado en su momento para conseguir la firma de algún funcionario que le permita poner en marcha su negocio. Pero indefectiblemente, el ministerio de Gobierno que conducía Diego Gorgal se lo negó una y otra vez. Pero en un extraño suceso logró la ansiada firma de manos del ex Procurador General de la Ciudad, Agustín Zbar, quien sacó una resolución aprobando la habilitación de Millenium.

Pero con los documentos en la mano, Achile decidió ir por más. Inició juicio al gobierno de la ciudad y a los funcionarios que trabaron su habilitación, como el propio Gorgal.