La celeridad del oficialismo entre el anuncio de la estatización de todas las jubilaciones y el cronograma pautado, que prevé llevarlo al recinto el miércoles 5 de noviembre, tomó a las fuerzas opositoras en pleno movimiento. Por eso, de a poco empiezan a acomodarse y a encuadrarse en distintas posturas frente a la enorme jugada del gobierno.

El gobierno sabe que no puede darse el lujo, esta vez, de otra victoria pírrica, como fue el caso de la 125 –finalmente volteada en el Senado-, de la reestatización de Aerolíneas o del Presupuesto 2009. Por eso, abrió el juego para conseguir apoyo, aunque el trasfondo, que es la necesidad de dinero para enfrentar los pagos de deuda externa el año entrante, le respire en la espalda y le exige rapidez para obtener los votos.

Así, la primera opción que se baraja es una unión acerada tal cual se hizo con el aumento a las retenciones. La unificación detrás de la negativa y, en el caso de obtenerla, trabajar a partir de ahí en un nuevo sistema que deje a los millones de los aportantes lejos de las manos de la Casa Rosada.

En ese marco, aparecen hoy dos frentes no tan distintos en la oposición aunque con lecturas dispares en cuestiones clave. El proyecto kirchnerista, tal cual está, tendrá la negativa de la Coalición Cívica, la UCR, el PRO, el SI, los independientes y el peronismo díscolo. Estos frentes coinciden en que el proyecto es “muy malo”, que no deja claro la protección de los fondos ni el destino de los trabajadores de las AFJP.

Pero a la hora de pensar a futuro, aparecen las diferencias. Por un lado, están la Coalición Cívica y la UCR –con sus disputas internas incluídas-, dejando abierto la posibilidad de trabajar en un proyecto conjunto a futuro para la reestatización. Allí, coinciden en voltear el régimen de capitalización auque ponen el ojo en la transición.

Si, pero así no

“Existe la posibilidad de trabajar en un proyecto en conjunto”, soltó un diputado de Elisa Carrió a La Política Online. Aunque condicionó esto a la posición del oficialismo: “Desde lo política ha habido una evolucionó muy importante de los bloques opositores, pero hay que ver si se puede transmitir al bloque oficialista. Porque si no se quiebra no se puede conseguir mayoría”.

Como se señalaba líneas arriba, el legislador mencionó la unión por la negativa: “Se puede generar un consenso en algo que no termine de definir la cosa, porque hay distintas visiones. Todos coinciden en algunas cuestiones. Por ejemplo, en que no está en discusión el proyecto previsional sino la urgencia por recaudar”.

En cuanto al proyecto, el diputado cívico habló en consonancia con lo registrado por La Política Online en los referentes del radicalismo en ambas cámaras, Oscar Aguad y Gerardo Morales. “El proyecto es muy precario, no está dejando clara la intangibilidad de los fondos”, aseguró. Por último, adelantó algo de lo que se habla en el bloque: “La idea que había ayer a la tarde era coincidir en el armado de una comisión, una coincidencia por la suspensión de la medida”.

Desde el Congreso también hubo voces que apoyaron la teoría de un fuerte quiebre en el radicalismo frente a esta posibilidad. Claro que el quiebre no sería entre la posición más rígida de Aguad, de un no rotundo, y alguna más conciliadora dispuesta a trabajar en la protección de los fondos, sino que el nombre que surgió fue el de un alfosinista sin cargos.

“Moreau tiene todos los trabajadores que le responden en sintonía con Massa y Boudou en el Anses. Es el principal operador del gobierno en el bloque de la UCR para apostar por este proyecto”, esgrimieron sin dudas.

No rotundo

Entre los que apoyan el sistema dual esta el macrismo. La Política Online tuvo un breve diálogo con el diputado Esteban Bullrich quien opinó que “hay consenso en que no se pueden tomar los fondos”. Pero, a diferencia de lo que plantean otros bloques, dijo que “nosotros proponemos la libre opción”. O sea, el sistema actual, aunque habría que delimitar los plazos de apertura de traspasos.

Nora Guizburg, hoy en monobloque pero ex aliada del macrismo, también adelantó su voto a La Política Online: “mi voto va a ser negativo”. “Esto viene en reemplazo de la 125. Como no pudieron hallar fondos ahí, ahora van por esto. Porque sino no tiene sentido que el año pasado hayamos votado la libre opción y ahora hacen esta jugada”.

Dispuestos a trabajar

En el peronismo díscolo, la posición es distante pero expectante. Lo que allí determinan, a diferencia de los bloques opositores, es que se puede trabajar sobre este proyecto pero no aprobarlo sin cambios.

“El espíritu los compartimos pero las formas no”, auguró el mendocino Enrique Thomas a este medio. “Reconocemos el rol indelegable del Estado en el reaseguro de la seguridad social, pero se necesita un debate sin apuros, no es un tema para ganarlo por 10 o 20 votos”, aclaró.

“Si el proyecto gana por 10 votos, nos vamos a arrepentir de por vida. Espero que no sea así” dijo suelto, y habló del caso de los empleados, cuya aparición en uno de los puntos del proyecto resulta ciertamente ambiguo: Tendría que estar más claro el tema de los empleados. Así no lo vamos a acompañar. Todo surge de un proyecto armado en diez días y no puede ser así”.

En cuanto a la protección de los fondos de los afiliados a las AFJP, el aliado parlamentario de Felipe Solá dijo que “no alcanza con una comisión bicameral, la historia con estas comisiones no ha sido muy afortunado”. “Hay que ampliar la participación de los empresarios jubilados y decidir sobre las inversiones a realizar”. Pero sentó un dato importante: “no comparto que los fondos estén en una caja de zapatos, no tocarse, pero si por ejemplo limitar la inversión en títulos públicos”.