La nota “Sandra Mendoza, la esposa y cogobernadora de Capitanich”, tuvo un fuerte impacto en los lectores de La Política Online. Tanto, que la propia legisladora chaqueña decidió enviar un escrito a la redacción ofreciendo sus explicaciones y descargos sobre la información vertida en esa crónica.

“Al contrario de lo que expresa su artículo –comienza el texto-, no tengo ninguna responsabilidad en el alejamiento de Néstor Avalle. Es muy fácil echar la culpa a otro de las decisiones del gobernador”. Cabe aclarar que ese dato no sólo fue chequeado por La Política Online con fuentes de la provincia, sino que varios medios locales responsabilizaron a Mendoza por la renuncia del secretario de Medios, a sólo 25 días de asumir el puesto.

Por otro lado, señaló que “no soy cogobernadora, porque la gente votó a (Jorge) Capitanich y el Frente Chaco merece más”.

Sobre su reconocida personalidad, la cual es vox pópuli en los pasillos políticos de la provincia, se defendió asegurando: “No soy dictatorial porque mi generación, la de los 80, luchamos por la democracia”.

“Estoy formada en una familia política en la que, por convicción, mi padre nos enseño el respeto a la diversidad de pensamiento; la libertad de prensa, el poder ciudadano, el respeto a las instituciones y defensa de la calidad institucional”, aclaró, y pidió “no confundir autoritarismo con convicción en el debate”.

Sosteniendo la misma idea, utilizó como argumento que trabaja “con Abuelas de Plaza de Mayo, algo que heredé de mi hermano ya fallecido Dr. Claudio Ramiro Mendoza (creador de la Comisión de Derechos Humanos de la Provincia y de la Nación).

Asimismo, salió al cruce de alguna acusación contra su marido el gobernador, a quien pidió que “no lo subestimen” porque “tiene experiencia y se ha preparado para ocupar los cargos que ocupo”.

Por último, dejó un detalle de sus actividades sociales: “Llevo 28 jornadas de atención personalizada gratuitas de los ciudadanos desde hace cuatro años, ayudando a realizar los papeles correctamente para que el Chaco no pierda ninguna pensión no contributiva, ni jubilaciones, o sea los derechos sociales de los ciudadanos”. Con esto, dice querer evitar “a aquellos que le cobraban y no realizaban los tramites”.