Peronismo
Los senderos del peronismo
Por Ricardo Rouvier
Si los tres peronismos se unieran, serían una fuerza casi imbatible. Pero, esto sólo está por el momento en el deseo de algunos dirigentes. Unir a De la Sota o Massa con gobernadores y CFK, es muy improbable.

El panperonismo hoy se presenta en tres partes: un peronismo clásico, más ortodoxo apoyado en los gobernadores, grandes intendentes , que tiene su brazo institucional en el PJ y que intenta en los últimos tiempos volver a ser un factor preponderante condenando al pasado al kichnerismo; otro peronismo surgido de la experiencia kirchnerista, que reconoce el liderazgo y conducción de CFK y que protagonizó los tres gobiernos; y, por último, un justicialismo que integra el panperonismo, que está por fuera del PJ y que se acerca al primero en la coincidencia de la entronización del “último Perón”. En cambio, el segundo levanta la vigencia rebelde y antiimperialista de los ´70. El kirchnerismo completa su identidad en una transversalidad orientada hacia el progresismo no peronista.

Faltaría mencionar a las CGT, que siguen teniendo una clara composición justicialista, y las organizaciones sociales que responden a esa concepción. Las centrales, mayoritariamente, están más cerca del peronismo pejotista, mientras que una parte está dentro del Frente Renovador. Por otro lado, una parte de la CTA (Yasky) se alinea con el kirchnerismo; pero eso no alcanza en la relación a la capacidad de fuego de los grandes sindicatos.

Una vez más, la historia pone al conglomerado peronista ante un dilema, tiene que tomar algún camino. O retoma el sendero frentista, volviendo a configurar una alianza tácita entre el primero y el segundo peronismo, o se vuelca hacia la configuración de una identidad más justicialista que transversal, dejando afuera al kirchnerismo. Massa está también ante una encrucijada, o vuelve a formar parte de la matriz partidaria o sigue construyendo por afuera y desarrolla su propio frente.

Una vez más, la Prov. de Bs.As. será el fogón principal en donde se cocinarán los destinos de los tres peronismos. Hoy, una vez dejado el gobierno, queda al desnudo que la vanguardia kirchnerista es minoritaria en cuanto a las bases que enuncia su retórica. El origen social del movimiento fundado por Néstor y Cristina, es de clase media (lo que era la izquierda peronista y la izquierda no peronista); y no de clase obrera o clase trabajadora como lo fue el inicio peronista. Es verdad que ostenta gran capacidad de movilización. Son minorías activas; pero que no pueden garantizar un triunfo electoral. Del gobierno al llano han drenado poder, y se reducen territorialmente al no contar con el favoritismo de las principales provincias. En los últimos años se ha patentizado una dinámica que denomino “embudo” que a medida que avanzaba dejaba a muchos propios en el camino y se achicaba su salida. Algunos de esos, echados por la borda, hoy son sus contrincantes: Massa, Randazzo, Solá. Luego de la derrota varios han decidido saltar del bote; y el éxodo aún no ha concluido.

Buena parte del PJ, de las CGT y el Frente Renovador, identifican al kirchnerismo con algo concluido; o como retaguardia y no a la cabeza del movimiento. El populismo en el interior del país, sigue estando en manos de dirigentes locales, que han acompañado al poder central en esta última década, entre otras cosas, atados por sus problemas de presupuesto.

Por otro lado, ninguno de las tres partes por sí solos podrían asegurar un triunfo electoral. Todos, para ganar necesitan realizar frentes, alianzas. El PRO también. A todos los actores políticos del país no les alcanza con el consenso del que disponen. Es un escenario que necesita de diálogo, acuerdo, y labor parlamentaria; y es el peor momento para aventuras resistenciales o destituyentes.

Si los tres peronismos se unieran, serían una fuerza casi imbatible. Pero, esto sólo está por el momento en el deseo de algunos dirigentes, como Scioli por ejemplo. La hipótesis, hoy de unir a De la Sota o Massa con gobernadores y CFK, es muy improbable.

No creemos que el kirchnerismo pueda darse otra dirección que la que tiene. Y no pensamos que el PJ detenga su camino de reorganización, ni que las CGT se alejen del PJ., aunque es claro que las centrales obreras quieren subrayar su independencia, menos la CTA de Yasky que está fuertemente ligada al kirchnerismo.

Igual, todos los que tienen algún linaje peronista, están conversando entre ellos, algunos más a la luz y otros en absoluta reserva. Un sector de La Cámpora ha empezado a pensar en la política más allá del perímetro fijado por CFK, la misma Jefa les dice que hagan eso. Algunos leyeron, de manera fina, en el contenido de la presentación telefónica de CFK en C5N, una disminución del estilo guerrero y la apertura de la conciliación hacia adentro y hacia afuera. Pero, cualquier interpretación no debería omitir el peso que tiene para Cristina su futuro judicial.

Las conversaciones entre los tres peronismos está avanzando, aunque la nueva sociedad de Massa con Margarita Stolbizer, en territorio bonarense, es una señal contraria a una inmediata integración al PJ. El diputado sigue probando por afuera del país peronista y sabiendo que para una presidencial los fragmentos no alcanzan para ganar.

Es indudable que se dialoga porque hay escasez y temor. Los votos siempre son pocos y es necesario contar con otras fuentes. El temor es a la derrota o al congelamiento. Si Cambiemos obtiene un buen resultado en el ´17, queda habilitado para planificar la reelección.

Algunos dirigentes del kirchnerismo más duro, ven a futuro un escenario de cristalización en un partido de izquierda, con más caudal que el PO o el MST, pero lejos del poder. El protagonismo entusiasta y militante de Nuevo Encuentro, paradójicamente, favorece ese destino.

El PJ ha aprendido del tobogán que pasó del 54% de CFK en el 2011 , al 37% del 2015; y apunta a seducir a parte de la clase media no peronista; movimiento que ya ha emprendido el Frente Renovador.

Dejamos para otra nota la especulación que hacen algunos dirigentes del oficialismo sobre la posibilidad de abrir una puerta al peronismo, sacrificando al sector más antiperonista de la alianza. Esto pondría a Carrió en situación de salida. Pero, eso será para la próxima.

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  • 1
    carlos a rossi
    18/07/16
    19:55
    Este plano situacional del peronismo, es cierto por eso que deben resolver con votos... quién sera la próxima conducción del peronismo global de todos sus matices. El 2017 presenta un peronismo partido en tres, que de la única forma que puede definir... es en una interna abierta y para eso las PASO; son la única garantía, se puede elegir el peronista más votado. Eso, da pié para normalizar el partido, dando una intervención colegiada de los tres sectores más el gremialismo, que normalice el PJ con vistas al 2019. Por su parte el gobierno, la única oportunidad que tiene de ganar en 2017, luego del papelón del tarifazo, es un peronismo dividido en tres, que no superen el 15% cada uno; la izquierda que no pase del 5% y Cambiemos, ganando por el 45%; este deseo justifica la intervención del PJ, para que esta libere a los sectores, en una salida similar al 2003, para que compitan para ver, quién gana y quién conduce a futuro... Mientras tanto, el gobierno da su lucha, por normalizar la economía y viabilizar la productividad, con pleno empleo, para lograr en el 2019, el efecto que tuvieron en CABA y repetir, aunque parece que Mauricio Macri, prefiere abrir la competencia, para su propia sucesión mientras el vuelve por CABA.
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